Tiene algo especial, llamémosle mágico también, el hecho de actualizar la web para hablar de escritura un treinta y uno de octubre a horas escasas del inicio oficial del NaNo. Esta misma noche, a las doce en punto, cientos de escritores con los que compartimos huso horario comenzarán a escribir de forma compulsiva. Y yo seré una de esas, una de las que a partir de la medianoche empezará teclear.
Cuando todo lo demás falla
Para mí NaNoWriMo es sinónimo de ilusión por escribir, de ganas, de sentirme arropada durante el proceso. Es también sinónimo de disciplina diaria de escritura justo cuando la estás perdiendo. Es ese impulso que, cuando todo lo demás falla, te hace recuperar las ganas de sentarte de nuevo para darlo todo.
Hay quien lo verá contraproducente por la presión, pero para mí, con el mes de noviembre que me espera en cuanto a trabajo y estudio, será mi oasis de desconexión. Cuando el agobio del EIR apriete (y lo hará, es algo seguro), el NaNo se convertirá en ese momento del día en que todo pasará a un segundo plano y solo tocará crear, nada más.
Por cierto, comparto parte de mi experiencia y algunos consejos en la última entrada del blog de Marta Parra, donde me realiza una mini entrevista y hablamos del NaNo.
Reto del Juntaletras y NaNoWriMo
Una buena forma de aprovechar este mes, ya que llevo semanas sin ponerme con ella, es adelantando y tecleando esa historia en la que llevo trabajando tanto tiempo. Ahora es mi momento de crear ese primer borrador, ahora es cuando quiero producirlo. porque esta maratón de palabras es la excusa ideal para ello.
Ese trabajo previo, esos meses donde le he estado dando vueltas a las viejas ideas, trabajando en las nuevas, creando el guión y el futuro planning de cómo quiero distribuir la historia (capítulos, partes que tratarán, etc.) es importante, casi vital, de cara al reto. Gracias a ello, a ese tiempo invertido, es probable que a la hora de sentarme a escribir la historia esta salga con mayor facilidad que si fuese a lo loco, sin tener nada claro.
Calentando motores: kick off
El año pasado Laura vino a casa y arrancamos juntas a escribir partir de las doce. El año anterior igual. Este no ha sido posible, pero no por ello me voy a quedar sin «celebrar» el inicio del NaNo. Como siempre ha tocado reponer la despensa de té y tocará estrenar uno de esas variedades mientras arranco con la historia.
No creo que pase mucho tiempo frente al ordenador esta misma noche, va a ser el kick off más corto en muchos años (lo que tiene madrugar para ir a trabajar, un bonito resfriado que estoy «estrenando»), pero pienso disfrutarlo con las mismas ganas que estos años anteriores.
¿Estáis ya preparados?