En abril del año pasado, con motivo de una boda, hice un viaje a Londres de una semana. Entre todas las cosas que hicimos y todo lo que vimos no podía faltar una visita al Museo Florence Nightingale. Y, por supuesto, yo no podía irme de allí sin su libro, Notas sobre Enfermería (en inglés, obviamente).
Notes on Nursing: What it is, and what is not
Para los no sanitarios que me leéis, una pequeña pinceladita sobre Florence Nightingale: fue una enfermera británica, conocida por ser la madre de la Enfermería moderna al ser la creadora del primer «modelo enfermero». Pero como ese es un apunte demasiado breve, si alguien quiere leer más sobre la vida de esta interesantísima mujer dejo por aquí un enlace a la Wikipedia.
Florence Nightingale, entre todo lo que hizo, analizó y vio, además de estar en la Guerra de Crimea, por la que se le conoce como la Dama de la Lámpara, fue una estadista. Observó cómo se cuidaban a los enfermos en general y en el Londres de su época en particular. Además de mejorar las condiciones del campamento sanitario donde estuvo en la guerra, comprobó que estas mejoras también eran aplicables al día a día de la gente que cuidaba en casa. De ahí la necesidad de escribir este libro.
No es un manual al uso, como podríamos entenderlo hoy en día. Está lleno de notas laterales y pies de página que son a veces casi más extensos que el propio texto en sí al que completan y amplían. Se divide en varias partes, donde trata temas como calentar y ventilar la casa, analiza la salubridad de las viviendas, el ruido, la alimentación del enfermo, luz, limpieza y la observación del enfermo, entre otros.
Como ella misma dice en el prefacio (y perdonad la traducción cutre que hago): «Las siguientes notas no tienen la intención de ser una regla de pensamiento con las que las enfermeras puedan enseñarse a cuidar. Su simple intención es dar indicios a mujeres que tienen a su cargo la salud de otros.»
Porque, no olvidemos, este texto está escrito en el siglo XIX y debe ser leído con ojos de la época. También tengo que comentar que no me ha supuesto mucha dificultad entenderlo en inglés, solo he tenido que buscar ciertas palabras de vocabulario que no manejaba, pero por lo demás no ha sido una lectura difícil. Para eso ya está Jane Eyre (un librazo que me encanta, que está maravillosamente bien escrito y que en inglés cuesta de seguir por la riqueza que tiene).
En general ha sido un libro que me ha gustado y que he tardado en leer más de lo que me gustaría (parón de lectura por estudio del EIR, otros libros a los que les di prioridad…), pero que al final, justo hace un mes, he terminado. Es un libro que he llenado también de subrayados a lápiz, porque algunos párrafos merecían ser resaltados.
Florence Nightingale insiste mucho en cosas que, hoy en día, nos parecerían absolutamente obvias y estúpidas. Creo que es de esas cosas que nos hacen ver cuánto ha avanzado el mundo desde entonces, no solo la profesión enfermera. Una de las primeras directrices que resalta, casi como la más importante de todas, es la necesidad de mantener el aire que respira el enfermo tan puro como el aire del exterior sin enfriar al paciente (en mayúsculas, para resaltarlo aún más si cabe). Además, cuando habla de airear las habitaciones insiste en que se deben abrir ventanas. Ya es todo un indicio de la época en la que fue escrito.
Por poner un ejemplo de esto, cuando habla de las casas y las condiciones que pueden tener para asegurar la salubridad en ella comenta que hay cinco puntos esenciales para conseguirla: aire puro, agua limpia, drenaje adecuado (imaginad el tema cañerías, desagües…), limpieza y luz.
No todo son cosas físicas y ambientales, tiene apartados más psicológicos, destinados a hacer ver a la enfermera la importancia del bienestar mental del enfermo. En una de las páginas de ese capítulo del libro comenta: «Recuerda, está cara a cara con su enemigo en todo momento, luchando internamente con él, teniendo largas conversaciones imaginarias con él. «Deshacerle de su adversario rápidamente» es la primera regla con el enfermo.»
Curiosamente, en el libro explica también cómo limpiar las habitaciones del enfermo, ventilarlas, cómo colocar la cama para que le dé la luz sin que le moleste o el tipo de alimentación ideal. Como ya dije, este manual está destinado a enseñar a cuidar y se nota en este tipo de detalles.
Una de mis frases favoritas de Notes of nursing creo que puede ser esta: «(…)»Pero puede ser impertinente o indecente por mi parte hacer semejantes averiguaciones», dice el consejero. Cierto; y cuánto más impertinente es dar tu consejo cuando no sabes nada de su realidad y admites que no podrías preguntar sobre el tema.»
En la conclusión, Florence Nightingale termina haciendo un resumen breve de los principales temas del libro. Y es aquí, justo aquí, donde su modelo de Enfermería queda explicado, al respaldo de todo lo que viene contando sobre las condiciones del paciente y cómo cuidarlo: «Se suele decir que la medicina es el proceso curativo. Nada de eso; medicina es la cirugía de las funciones, como la cirugía formal es aquella de miembros y órganos. Ninguna puede hacer nada más que quitar obstáculos; ninguna puede curar; la naturaleza sola cura. La cirugía quita la bala de la extremidad, que es un obstáculo a tratar, pero la naturaleza cura la herida. Así que esa es la medicina; la función del órgano queda bloqueada; la medicina, hasta donde sabemos, ayuda a la naturaleza a resolver el bloqueo, pero no hace nada más. Y lo que la enfermería tiene que hacer en cada caso es poner al paciente en las mejores condiciones para que la naturaleza actúe en él. Generalmente se hace lo contrario. Piensen que aire fresco, silencio y limpieza pueden ser extravagantes, quizás peligrosos, lujos que pueden ser dados solo cuando son totalmente convenientes y que la medicina es el sine qua non, la panacea. Si he tenido éxito en alguna medida en dispersar este espejismo y en enseñar lo que la verdadera enfermería es, y lo que no es, mi propósito habrá sido satisfecho.»
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Qué pena ser una negada con el inglés, porque en el idioma original siempre hay más matices. Al margen, claro está, de lo que me atrae este libro. A ver si me lo leo primero en castellano y me animo con el inglés, ¡porque llevo desde primero de carrera queriendo tenerlo en mis manos y nada, no hay narices!
Me ha parecido una reseña muy interesante -además y por lo que sé de ella, a «la Nightingale» le pega mucho ser tan aguda y directa-, y opino que has sabido transmitir a los lectores no sanitarios la esencia no sólo del libro, sino de la Enfermería en general.
Nos leemos!
@Nurse Lecter: Como ya te comenté por privado, sé que hay edición en español. La vi hace un año en La casa del libro, así que si te apetece experimentar ya sabes dónde encontrarlo. Curioso es de leer, sin duda.
He intentado sacar algunas de las citas (a partir de lo que subrayé) más interesantes del libro y, con ello, iluminar un poco la figura de Florence y atraerla no solo a los enfermeros sino también a los no sanitarios. Si dices que he conseguido transmitirlo creo que ha sido, en gran parte, con las citas.
Un saludo, nos leemos.