El descanso total post examen no ha llegado, en realidad, hasta dos semanas después. Es como si mi cerebro no hubiese terminado de desconectar del todo hasta ahora, poco a poco he tenido que hacerme a la idea que ahora no estudio, toca descansar. Si será la definitiva o no ya se verá a finales de mes. Pero qué falta me hacía este período de desconexión después de tantos años sin parar con lo mismo.
El bloqueo inicial
«¿Qué salvación puede tener
las palabras de alguien
que procesa y procesa,
que no se detiene?»
Diferentes momentos, diferentes visiones. Falta de conexión. Bloqueo, horas viendo la página en blanco para luego anotar un par de líneas y dejarlo. Sensación de cansancio acumulado, tanto que no sale nada, que intentarlo parece casi perder el tiempo.
Aderecemos todo con turnos agotadores y un par de dobletes, por favor. Que la enfermería no ha desaparecido de mi vida en ningún instante.
Luego, poco a poco, pequeñas chispas creativas. Alguna idea apuntada que no sabes de dónde te viene ni dónde te llevará, pero ahí está. Reflexiones, que para eso está el diario de escritura. Porque tengo motivos para seguir intentándolo, a pesar de todo, para no dejarlo.
Cada día que pasa, cada libro leído, cada hora lejos de los apuntes es un pequeño instante donde la mente se va recuperando y va fluyendo todo más. Parece que, por fin, es el momento en que empiezo a escribir de verdad.
Del silencio, por suerte, se sale.
La incertidumbre de la espera
Lo fácil sería meter el examen en cualquier plataforma y desistir o seguir con esperanzas, según lo que salga. He perdido la cuenta de cuántos me han insistido en que lo haga, en que lo corrija. Qué así podré saber ya si tengo plaza o no.
Mi tranquilidad personal depende más de la desconexión mental, de no pensar más en el tema. Lo que tenga que ser será y lo sabremos ya a finales de mes. Hasta entonces prefiero no martillearme con dudas de todo tipo.
Pase lo que pase, the show must go on.
La estantería de alguien que lleva demasiado sin leer por placer
Cuánto tiempo hacía que no me dejaba llevar por una historia ajena, no lo sé. Casi me ha faltado tiempo después de terminar el examen para retomar uno de mis mayores placeres. Se me acumulan las lecturas pendientes, los libros interesantes y, encima, no paro de anotar títulos que me llaman.
Tras hacer hueco a los apuntes para quitarlos de en medio, ahora toca sacar a la luz del fondo de la estantería esos libros que llevo un tiempo dejando de lado, sin leer, por el estudio. Prometo traer el comentario extendido de, al menos, uno de ellos por aquí, que lo tengo a medias desde hace demasiado: Notes of nursing, de Florence Nightingale.
Mientras, para el que quiera curiosear, puede pasarse a ver mi perfil de Goodreads.
Historia de un post EIR: conclusión
Escribo esta entrada queriendo plasmar demasiadas ideas y el cursor, traicionero, tiembla. Dice que me dejé en el tintero la mitad, que una mínima parte es lo único que he conseguido plasmar. El bloqueo todavía pesa, me faltan lecturas en la maleta y la incertidumbre es una sombra que acecha sin saber qué forma definitiva va a tener.
Se podría decir que esta es la historia de quince días muy intensos donde he tratado de volver a la normalidad, o a toda la normalidad posible. He retomando, o intentado al menos, mi vida en el punto donde la dejé hace unos meses, cuando decidí encerrarme en mí misma, en mis apuntes y en mis estudios.
No sé en qué punto en realidad estoy ahora mismo. Estoy empezando a ver la luz por primera vez y a tener una normalidad aparente, pero… ¿Cuánto durará? ¿Cuánto tardará en volver esa creatividad que antes era tan intensa en mí? ¿Seguirán surgiendo ante mí, con los estímulos adecuados, como un río que fluye entre los dedos las palabras en el orden correcto para poder transmitir lo que llevo dentro? ¿Cuánto aguantará esta paz donde lo único que devoran mis ojos son libros y libros, sin parar, nada que ver ni de lejos con apuntes ni temarios? ¿Cuándo podré respirar hondo y saber la forma definitiva del sueño final?
Me siento, en parte, identificada. Terminé los exámenes el jueves y todavía estoy intentando ver la luz al final del túnel. De momento, la sombra sigue, pero no me cabe duda de que aparecerá algún destello pronto.
Necesitas aún tiempo, pero todo acabará yendo por el cauce adecuado. La incertidumbre es un problema, pero ya falta menos para conocer el veredicto. Mucha suerte y mucho ánimo.
@Valkyria Kára: Parece como si no quisieran abandonarnos del todo. Pero es cuestión de tiempo, poco a poco irán volviendo las cosas a su ritmo y orden. Tengo ganas de que se sepa ya lo que sea, pero para lo que queda me espero, que ya falta poco. Gracias por los ánimos, nos leemos.