El pasado 1 de julio, como os conté por aquí, comencé a hacer el reto de escritura de 100 días de Gabriella Literaria con el cuadernito que había lanzado. Hoy, más de cien días después, vengo a traeros las conclusiones que he podido extraer de este reto.
Datos y estadísticas de esos 100 días de escritura
Procedo a comenzar a analizar los datos más en crudo. Para ello me he ayudado de una hoja de cálculo en la que he ido introduciendo todo para ir sacando conclusiones. Que se note que me gustan los números a pesar de que la estadística no es mi pasión precisamente.
En total, en esos días, he escrito 42726 palabras en un total de 23 horas y 20 minutos.
El día que escribí más fue el día 72 (10 de septiembre), con 1799 palabras en 2 horas. Fue cuando estuve dándole más vueltas a unas cuantas ideas para mi próximo proyecto, CV. El día que escribí menos, el día 51 (20 de agosto), con 52 palabras en 5 minutos. Esa semana fue mortal y ese día, en concreto, fue mi sexto día consecutivo de trabajo, estaba destrozada.
De los diez bloques de días en los que se puede dividir el reto, el bloque de los días 81 a 90 ha sido el mejor de todos para mí. Ha sido cuando más he escrito (6 horas 50 minutos en total) y en el que más palabras he sumado (6916 palabras). Por fechas, ha sido entre el 19 y 28 de septiembre, que coincidió con un momento en el que era puro cortisol, puro estrés, pero me vino muy bien ver a mi querida Imma. Gracias a eso pude desahogarme y liberarme de mucho que llevaba encima. El peor bloque fue de los días 31 a 40, que escribí en total 3100 palabras en 4 horas y 45 minutos. Fue entre el 31 de julio y el 9 de agosto, y por esas fechas fue cuando me incorporé al trabajo de las vacaciones y, entre eso, y que los horarios de metro por obras me traían de cabeza, no conseguía encontrar huecos en los que fluir a gusto.
En general, mi ánimo no ha estado muy mal. Lo peor ha sido el incremento del estrés desde que me incorporé de las vacaciones y supe la fecha del examen de la OPE, pero era algo que ya esperaba que sucediese. He tenido momentos más o menos complicados, pero parece que el bache último va pasando y lo voy manejando poco a poco algo mejor.
Y ya, como algo extra a analizar, aproveché para hacer recuento de las plumas que he ido utilizando, su frecuencia y las tintas que he ido usando.
Metas de escritura en esos 100 días
Mi meta, en un principio, más que una cantidad tal o cual de palabras había sido utilizar la hoja del cuaderno como medida (unas ciento cincuenta palabras en el cuaderno que tenía entonces, unas cien en el que uso en estos momentos) y escribir aunque fuese una página diaria en el rato del desayuno (veinte minutos, aproximadamente). La excusa era para mantener un ritmo diario y no parar de crear.
Para poder contabilizar el tiempo mejor en esos momentos (y evitar tentaciones de perderme con el móvil, todo sea dicho de paso) utilicé la app Forest que no solo me permite bloquear el móvil a otros usos, también tiene un temporizador cuenta atrás. Preparaba el desayuno, ponía el cronómetro de la app en funcionamiento y a escribir sin interrupciones mientras me tomaba el café y las tostadas.
Ese ha sido mi ritual diario y me ha funcionado bastante bien. Los días que no he podido hacerlo, por lo que sea, los he notado en que luego me ha costado más escribir. A lo mejor después de comer no tanto, ya que es mi segundo momento favorito del día para escribir, pero por la noche, y más después de trabajar, se hacía muy cuesta arriba.
Esos han sido, quizás, los momentos más duros del reto. Volver por la noche de trabajar, ver que en todo el día no he podido encontrar un hueco ni siquiera para el desayuno, y que me toque medio derrotada en la cama sacar un puñadito de palabras.
Forma, también, parte del reto sobreponerse a este tipo de dificultades, ¿no? Y creo que al final lo he conseguido.
Lecciones aprendidas tras 100 días escribiendo
La primera lección ha sido la más sencilla de comprobar, la que ya he comentado: mi rutina de escritura por las mañanas es la que me hace ser más productiva.
Pero no ha sido la única lección. Han sido días de reflexión y examinar con lupa cómo escribo, cómo funciono y qué es lo que hago. De ahí que defina mi método de escritura como una escritura a capas, por ejemplo. También he podido comprobar cuánto y cómo me afectan los diversos turnos, el cansancio cuando se acumula o el estrés , cómo todo eso hace que escribir se convierta en algo mucho más complicado y que no fluya como debiera.
Para mí eso ha sido muy importante, pero el hecho de verme planificando la escritura, hacer de ese paso algo imprescindible, cumplirlo y dotarle de sentido ha sido mi lección y el descubrimiento mayor que he hecho. Quién me lo hubiese dicho hace años.
También me llevo otras cosas, no solo lecciones. A lo largo de todos estos días he escrito:
- Páginas y páginas de pensamiento por escrito, suficientes como para rellenar un cuaderno entero (el que empecé el 2 de junio), estrenar un segundo y quedarme por la mitad.
- Las entradas de este blog desde el 1 de julio hasta esta de hoy (en total, 15 entradas).
- Poemas varios del manuscrito de Silencio (en total, 25 poemas). Gracias a eso pude compilar en Scrivener, ahora me queda revisarlo todo.
- Ganas de avanzar con el siguiente proyecto (CV): ideas varias, un posible comienzo, un montón de lecturas para documentarme.
Y estoy segura de que cuando pueda revisar todo lo que he escrito en este periodo, con algo más de profundidad, podré extraer todavía más material en bruto sobre el que seguir trabajando.
Me siento muy orgullosa de lo que he conseguido, la verdad.
Futuro del reto: ¿otros 100 días de escritura?
Quien dice cien, dice doscientos o los que sean. Pero seguir, seguiré escribiendo. Quiero ver cuánto soy capaz de continuar haciéndolo (mi propio récord personal está en algo más de un año, algo así como año y dos meses, creo). Quiero aprovechar al máximo todo lo que he ido aprendiendo en estos días y ponerlo en práctica para seguir creciendo como escritora.
Confieso que ya tengo elegido hasta cuaderno en el que registraré mis avances, planificación y todo lo relacionado con la escritura. Así que de cuando en cuando me dejaré caer en el hilo de Twitter que hice para registrar todo este proceso y lo iré actualizando.
¿Alguien más se anima a intentar hacer este reto de escritura?