Mi segundo nombre bien podría ser «embolado» porque no hay charco en el que no me meta. Para sorpresa de nadie, añado, que lo de apuntarme a un bombardeo no es nuevo de ahora.
El lado enfermero de mi vida
Y es que, si recapitulo un poco, en estos momentos unos cuantos frentes abiertos:
- Mi trabajo enfermero, por supuesto, con lo que ello acarrea de turnos, cansancio y tratar de aprender todo lo posible. Si algo tengo claro desde que empecé en hematología es que los detalles son lo más importante, conocer al paciente al máximo. Y en TPH domiciliaria aún más. Me vendieron muy bien esto cuando firmé la vacante y estoy encantada por el momento.
- A raíz de lo anterior, me apunté a un experto en hematología que estoy haciendo actualmente. Voy por la mitad más o menos, así que muchas tardes las paso leyendo los temas que toquen y haciendo tests.
- ¿Que si tengo pensado mi próximo paso en cuanto a estudio se refiere? Por favor, pues claro que sí. Me voy a preinscribir a algo más relacionado con trasplantes y a ver si sale adelante. Y si no me cogen, al menos estaré entretenida empezando a preparar la próxima OPE.
- OPEs más a menudo, actualización de la bolsa de forma anual, reconocimiento de las especialidades con bolsa propia… Todo eso y más hay que pelearlo y para ello nada mejor que vientos de cambio en el Colegio de Enfermería de Valencia. Hemos presentado una candidatura muy potente con un programa más que interesante que se puede ver aquí. El próximo 27 de junio son las elecciones.
El lado literario de mi vida
Porque no solo de enfermería vive servidora, el lado literario de mi vida es importante y lleno de matices:
- Entre tanta enfermería también de vez en cuando me dedico a leer. Y ya no solo por placer, como hago con la lectura anual de El Señor de los Anillos en inglés, también ando leyendo otras cosas por medio buscando inspiración para nuevos proyectos que tengo en mente. Eso implica no solo leer, incluye de paso tomar muchas notas por el camino.
- Por supuesto, también toca escribir. Mínimo la entrada semanal aquí, luego ya cuando la vida me deja páginas y páginas en el cuaderno aclarándome las ideas, ordenando lo que leo y anotando cosas nuevas. Haciendo crecer, en definitiva, esos proyectos que parece que van surgiendo.
- Porque hay que hablar de lo nuevo, por supuesto. Silencio es algo que va creciendo mucho más despacio que lo que hizo Nostalgia en su día. Tampoco es algo malo. Va a ser un proyecto más pausado por todo lo que conlleva de lecturas. El libro sigue creciendo por dentro, y eso es lo que me importa.
- Hablando de Nostalgia: puede que pronto pueda hablar de este poemario como algo más tangible. Y es posible que muy muy pronto pueda anunciar, además, el nombre que se esconde detrás del nombre provisional con el que he ido hablando hasta ahora de todo lo relacionado con él.
La verdad sea dicha, entre unas cosas y otras siento que estoy en un momento increíble de mi vida. Cosas por las que llevo años peleando las voy consiguiendo poco a poco, me ilusiono por otras nuevas y, además, peleo por mejorar lo presente.
Multitud de frentes abiertos, sí, pero disfrutándolos todos por lo que conllevan.
Qué gusto leer el colofón final de la entrada de hoy. Espero que esa sensación te acompañe largo y tendido en el tiempo.
Y mucho ánimo con todos esos «embolaos», eres mi heroína.
Muchas gracias, Carolina.
Al menos esta sensación de «estoy llegando lejos» está siendo muy placentera, más teniendo en cuenta lo duro que fue el año pasado. Ojalá dure, de verdad.
Qué ganas tengo de contaros más cosas, por favor.
Un abrazo.
Me alegra leer que estes disfrutando de tu trabajo y de tu pasión.
Gracias, María.
Un saludo.
Cada día te admiro más. Sacas tantas cosas adelante y lo haces con tanta ilusión que se nota que estás en un momento muy importante de tu vida. Ojalá sepamos pronto qué hay detrás de Nostalgia. Un besazo enorme.
Es que está siendo un momento importante y bonito, sí, con muchas cosas a la vez pero muy intensas. Pronto os iré contando más cosas.
Un beso, nos tenemos que ver algún día este verano.