La actualización del blog de esta semana va a ser corta. La verdad es que mi presencia en redes en los últimos días también es menor y hoy quería contaros por qué.
El hecho de sentarme al portátil y escribir me supone un esfuerzo que me cansa y me supera a veces. Manejar el móvil también se me ha complicado. He estado pensando si compartir esto o no y al final he decidido hacerlo, por cómo afecta a todo: por un accidente laboral tontísimo me fisuré el escafoides de la mano izquierda.
El hecho de frenarme en seco justo ahora lo estoy intentando llevar lo mejor posible, pero me cuesta. Entre que la que me falla es la izquierda (que es mi mano buena habitualmente y con la que me apaño bastante bien) y que duermo regular por la escayola me siento cansada todo el tiempo. Y esto me lleva a enfrentarme continuamente con mis frentes abiertos.
Escritura frenada en seco
En realidad no he dejado de escribir a diario, como llevo haciendo de forma seguida desde inicios de año. Me cuesta mucho menos hacerlo a mano y en papel ahora mismo. Pero la cabeza no me da para demasiado estos días.
Y eso que he estado dándole vueltas a algunas cosas: tengo en mente un par de ideas, una que quiero ir cuajando esta semana con calma y sin falta, y otras cuantas relacionadas con futuros poemas. Pero hacer todo eso a una mano es lo que más me está costando y por lo que acudo a la pluma y el papel para pensar. No logro concentrarme frente al teclado como antes.
Las actualizaciones de Plan de cuidados literario
El blog y sus entradas están ahí y también se ven afectadas. Esto requiere sí o sí que me siente a teclear a una mano y es por eso que lo voy dejando en último lugar a lo largo de la semana. Y eso significa que no le dedico el mismo tiempo a trabajarlas ni me encaja, por motivos evidentes, con lo que hubiese planificado escribir.
Me siento regular con todo esto, pero al final lo que me funciona es lo clásico: escribir a mano, fluir en papel y luego ya traspasarlo a la pantalla. Al revés, con esa falta de velocidad a una mano, es que ni me concentro por más que lo intento.
Lecturas sin apenas avances
No estoy leyendo apenas. Me noto un poco en sequía lectora, pero también es verdad que he aprovechado la primera semana de mi baja en otras cosas. Logré terminar un curso sobre trasplante hematopoyético que llevaba tiempo arrastrando y tenía pendiente acabar. Además, llevo el temario de la academia para la OPE al día.
No se puede tener todo. Supongo que ya me iré desbloqueando poco a poco.
Cuando la creatividad fluye a pesar de todo
Si hay algo que me apetece este año es fluir, dejarme llevar.
El pasado fin de semana decidimos desvirtualizarnos un grupo de mujeres creativas en Valencia. Lo hicimos en El Molí Lab, un espacio de coworking en plena huerta así que estuvimos al aire libre, con distancia de seguridad y al solecito como reinas. Un entorno maravilloso en el que las siete que estuvimos acabamos fluyendo, conectando y donde se nos pasó el tiempo volando.
No sabía cuánto necesitaba esos momentos, ese entorno, esa desconexión y reconexión. Cuánto bien me hizo.
Lo mejor es que seguiremos con las reuniones en el futuro. Qué ganas de repetir.
Una temporada con el ritmo más bajo
Así que, en resumen, me cuesta llegar un poco a todo. Como, además, duermo regular por la escayola me siento más cansada y eso tampoco ayuda.
Priorizo, y gracias a eso poco a poco voy avanzando con ciertas cosas, como el estudio. Y en cuanto el cuerpo me lo permita volveré a fluir como hacía antes. Como aspiro a hacer a lo largo de este año. Sin prisas, a mi ritmo.
Espero que te recuperes pronto. Eso no tiene buena pinta, pero tú sabrás más del tema y sabrás el tiempo que te costará, más o menos, recuperarte. Estas cosas pasan y hay que intentar ser positivos: al menos puedes estudiar y estar al día para OPE.
Lo dicho, espero que te recuperes pronto y que esto se te haga lo más liviano posible.
Un besazo enorme y un abrazo más grande todavía.
A ver qué me dicen. La verdad es que me lo tomo con calma, mientras me dedico a las opos y tan feliz.
Un abrazo y gracias.