«¡Con lo que vemos a diario pues claro que cambiamos turnos!»
(Mi compañera E.)
Pues claro que cambiamos turnos. Pues claro que intentamos juntar días. Pues claro que le sacamos provecho a cada segundo de tiempo libre.
En mi caso ya no sé si es cosa de la pandemia, de lo vivido en su día en el centro de salud, o si es cosa de lo que vemos día a día en Hematología. Quizás puede que sea una mezcla de ambos factores, pero cada día que pasa tengo mis prioridades más que claras y trato de disfrutar todo lo que puedo, de pasar más tiempo de calidad, de disfrutar y vivir. Y por lo que comentamos el otro día en la planta, no soy la única, es algo compartido con algunas compañeras.
Vivir. Disfrutar. Sentir que la rutina aporta algo más que solo trabajo-casa-trabajo.
Recientemente he revisado antiguos cuadernos. No se es consciente de la profundidad de un pozo, de hasta cuánto se ha llegado al fondo, hasta que la perspectiva ayuda a verlo. Y he estado bastante hondo durante un largo periodo. A ratos, recordando según qué cosas, me vienen a la vez tantas sensaciones negativas que semeja un golpe. Me atraviesan.
Vivir. Volver a vivir. A sentir a flor de piel. A desdibujar el día a día para trazarlo de nuevo y hacerlo mío.
La brújula del día a día siento que se ha reorientado en estos últimos años y la dirección que marca es cada día más afín a lo que buscamos Marido y yo. Si eso se junta con que de un tiempo a esta parte me siento mejor, mucho mejor, que durante la pandemia, todo eso hace que tengamos más ganas de disfrutar del mejor tiempo de calidad posible. De disfrutarnos. De hacer del día a día algo más especial.
Por supuesto que cambio turnos, que los cambiamos, que juntamos días y que hacemos planes. Hacer lo contrario, viendo lo que vemos a diario, sería una locura por nuestra parte.
*Informes post-guardias es una sección donde recortes de pensamientos sanitarios, no sanitarios y personales se entrecruzan, fáciles de leer y digerir