Esta entrada solo la podía escribir hoy, 28 de febrero, Día de Andalucía y día en que por fin sé mi posición en el EIR. No lo había corregido antes, esperando la valoración del Ministerio, así que ha sido una sorpresa por completo. Otro año más que no lo consigo. Y ya van cinco convocatorias con esta.
Impresiones post resultados
La verdad es que me cuesta elegir un solo adjetivo que defina cómo me siento: cansada, decepcionada, harta… Siento que mi esfuerzo, que esas horas que he pasado delante de los apuntes, no han sido suficientes. Es como que nunca es suficiente, que siempre falta algo, el último toque.
Lo malo es que, sí, vale, sé que podría haber estudiado más (lo que tiene trabajar a la vez, el día no tiene más horas), pero me da a mí que me faltaba algo más además de eso. O que me sobraban horas de cansancio, también es posible. No sé qué ha fallado en la ecuación, pero reviso mis errores y no encuentro todavía qué pieza es la que encajaría ahí bien, qué es lo que necesito para terminar de conseguirlo.
Me queda esa sensación insoportable de: «y si…».
Y ahora qué
Es la pregunta del millón. El examen de por sí, el presentarme de forma continua, no terminar de ver resultados, seguir como siempre fuera… son factores que pesan mucho, demasiado. Tanto que abandonar el tema es muy tentador.
Por otro lado, la residencia y la especialidad es algo que quiero conseguir, algo que sé que tarde o temprano formarán parte de mi currículum. Cuesta ahora mismo pensar en retomar los apuntes, volver a sacar los esquemas de las carpetas y todo eso. Tras tanto tiempo seguido estudiando sin parar siento que no puedo, no tengo fuerzas.
Me tomo un año de descanso. Mi cuerpo lo necesita, mi mente aún más. El agotamiento que iba arrastrando en esta edición me niego a seguir llevándolo encima. Ya al siguiente me lo prepararé de nuevo, pero en las condiciones actuales siento que no podría y paso de cargarme de frustración.
Tampoco creo que sea un año «tirado a la basura». Habrá oposiciones a las que apuntarse e ir a examinarse, por lo tanto tampoco voy a estar de brazos cruzados. Y además, lo bueno es que este año a estas alturas del calendario estoy trabajando, algo impensable para mí hace un año, por ejemplo. En ese aspecto he sido afortunada, sin duda.
Mejor me quedo con eso y con el hecho de que volveré, cargada con más fuerzas y ganas, y lo conseguiré. Aunque sea a la sexta.
Es normal que no sepas cómo te encuentras ahora mismo. Y es más normal aún el mortificarse, el buscar respuestas a preguntas que es inevitable hacerse en estos momentos.
Creo que no se trata de poder estudiar más o menos, tenías ya el temario mirado y re-mirado varias veces. Quizás se deba más bien al cansancio, al «otra vez tengo que repasarme/leerme/mirarme/estudiarme esto». Eso harta, quema, agota y aburre al más pintado. El cansancio es involuntario, nadie lo elige… no es culpa tuya, vaya.
El año sabático te va a venir de perlas, ¡estoy segura! Volverás al juego con las pilas cargadas ^^. Y siempre se aprende algo nuevo, aunque el temario sea el mismo.
Reitero que para lo que necesites. No digo más.
Nos leemos.
@Nurse Lecter: El cansancio pesa y el que diga que no es que no sabe de lo que está hablando. No se estudia igual de bien así, ni por asomo, se tiene que notar a la fuerza.
Ya me estoy cargando las pilas a tope. La de libros que me estoy leyendo y lo que estoy escribiendo dan fe de ello. Besos, nos leemos.