Escritores, esas criaturas que lo mismo pueden pasar una tarde tecleando sin parar o bloquearse a la segunda línea y no pasar de ahí en una semana. Desde fuera, sobre todo gracias a las representaciones en películas o series, parece que todo es idílico y maravilloso: te sientas y salen las historias solas, perfectas y listas para que todos las lean. En ninguna parte se habla de lo que hay detrás de todo eso y lo complicado que es.
Hoy os traigo por aquí algunas es esas dudas que nos asalta antes, durante y después del proceso de escritura. Inauguro con esto una nueva serie de posts, como ya hice en su día con La mentalidad del opositor.
Planificar sí o no. Posibilidades
Se te acaba de ocurrir la historia de tu vida. O simplemente vuelves a cierta idea recurrente. El caso es que por fin decides que va siendo hora de que te pongas a ello y escribas ese texto que tanto te ronda. Ahí surge la primera de las grandes dudas del escritor: ¿planificar todo o nada? ¿Al detalle, hasta lo más mínimo, o sólo alguna línea general?
En base a esto de planificar historias se pueden clasificar a los escritores en dos grupos: de brújulas y de mapas. ¿Cuál es bueno y cual es malo? Ninguno de ellos es malo de por sí, cada uno tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Así en general: los escritores de brújula tienen más tendencia a dejarse llevar pero precisan más correcciones luego para cuadrarlo todo mientras que los escritores de mapa lo tienen todo bien atado desde el principio pero puede costarles más escribir el texto por tenerlo todo tan planificado que casi no dejan rienda suelta a la imaginación.
Hay posiciones intermedias y, con el tiempo, la experiencia y el proyecto, al final terminas haciendo lo que la idea te pide. No es lo mismo planificar una novela con muchos personajes, escenarios y tramas complicadas o un relato para un concurso, por ejemplo.
Si hay algo que recomiendo es que, al menos, tengas claro inicio, final y más o menos la estructura que quieres darle (capítulos, partes o lo que sea). Así, si luego decides escribir a la aventura al menos tienes un hilo mínimo que seguir y no te perderás y bloquearás en la tercera página.
Cuánta documentación es necesaria
Esta es una de esas grandes dudas, sobre todo cuando el texto que estás trabajando, por el motivo que sea, requiere una base de conocimientos intensa. Qué mínimo que conocer el tiempo en que ambientas una historia, la zona, las costumbres… ¿no? ¿Pero cuándo parar de buscar información? ¿Cuánto es de verdad necesario y cuánto accesorio?
Si tienes muy clara toda la estructura de tu novela, por ejemplo, ya sabrás exactamente qué necesitas (el organigrama del ejército, por ejemplo). Pero si lo que estás trabajando está en ese momento tan amplio que precisas conocerlo todo para luego escoger lo que te sirve y lo que no (suele pasar si estás con un trabajo o una tesis) te recomiendo que leas lo que leas tomes notas de lo realmente interesante y lo importante. Un resumen si hace falta. Eso también te ayudará a que no leas treinta veces la misma información con otras palabras (tiempo que te ahorras).
A partir de ahí es mucho más fácil escoger lo que necesitas, lo que no y, por supuesto, ver si hay que ampliar alguna parte por motivos de guión.
Cuándo debería empezar a escribir. Vencer el miedo a la hoja en blanco
El salto al vacío, el vértigo que da lanzarse con un documento nuevo a estrenar donde vas a empezar ese texto puede hacer que te bloquees nada más abrirlo. Para esto da igual la experiencia, supongo que es más bien una cuestión de expectativas sobre lo que quieres hacer. Me pasó el NaNo pasado, por ejemplo, que justo cuando iba a empezar me quedé completamente en blanco y sin saber qué escribir a pesar de llevar un mes preparando el tema.
Mi única solución hasta ahora es intentar acallar esas expectativas sabiendo que lo primero que va a salir de ese trabajo va a ser un borrador, algo imperfecto e incompleto. Tiene que ser así porque será la base sobre la que corregir y avanzar hasta llegar al resultado definitivo. Habrá mucho retoque por medio, pero hasta ese momento lo más importante es producir, terminar algo para poder pulirlo luego.
Si hay algo que me ha enseñado el NaNoWriMo en sus diversas entregas es eso: escribe, produce, empieza sin miedo y avanza hasta que acabes. No te lo pienses mucho para que las dudas no te coman. Ya habrá tiempo de mejorarlo todo más adelante.
¿Y cuándo es el momento ideal para iniciar el proyecto? Ninguno, no existe. Siempre habrá algo que te frene, algo que falte. Por lo tanto, en cuanto puedas deberías ponerte a ello antes de que la inseguridad ataque de nuevo y te bloquee.