Qué poquito queda para el kick-off y para un noviembre muy movido en cuanto a literatura se refiere. Uno de los motivos principales para que noviembre sea tan intenso es por esto:
Próximamente en vuestras manos, no queda nada para la presentación más que oficial de estas Mujeres en construcción.
Mientras tanto, retomo el tema del NaNoWriMo. Este año va a ser casi terapéutico, llevaba suspirando por mi evento favorito del año desde hace meses y ahora que sea cerca peligrosamente me he dado cuenta que tanto tiempo de pausa de escritura no ha sido lo mejor para enfrentarme a la página en blanco. Ha costado más de lo que creía y le he dado más vueltas de las que pensaba hasta llegar a tener alguna idea. ¡Y pensar que empecé el año tan bien, escribiendo el relato de esta antología!
The rebel inside es el título provisional que le he dado al proyecto de este año en la web del NaNo, se lo di cuando aún no tenía ni idea sobre lo que iba a escribir. Lo único que tenía más o menos claro es que iba a hacer un NaNoRebel, es decir, no iba a sacar una novela de la manga en un mes si no tenía ningún punto de partida. A día de hoy, a escasas horas de empezar el reto, sigo pensando que seguiré adelante con ese NaNoRebel. La idea de la que partiré no sé todavía ni el rumbo que tomará ni lo que dará de sí. Por saber, no tengo nada planificado.
Sí, a pesar de no tener casi nada me apunto al reto. Y sí, no recomiendo ni por asomo que hagáis lo mismo salvo que os vayan las emociones fuertes porque, desde luego, lanzarse a la piscina de escribir cincuenta mil palabras sin tener nada planificado es duro. Y va a ser más duro conforme vaya transcurriendo el mes, sin duda.
¿Alguno más se apunta a esta locura anual de escritura que es el NaNo? Dejádemlo en los comentarios si es así.
Ah, y pronto os iré desvelando más sobre esas Mujeres en construcción muy pronto.