El CampNaNo es un reto de escritura que tiene lugar en abril y en julio cada año (más información aquí). Este año no me había planteado nada al respecto, pero mis ganas de aumentar el contador de palabras de este año (mi objetivo son las cien mil anuales) y la puesta en marcha de un grupo genial por Telegram (El Coche Escoba) con el que compartir todo esto me hicieron que me lanzara de cabeza.
Un reto sin proyecto
En estos momentos ando en la fase de corrección de un proyecto (Lettere), que me encantaría ampliar y retocar en algunos puntos porque no termino de convencerme de lo que tengo, y en la fase más creativa de todas de otro proyecto (CV), la de anotación de ideas para su posterior desarrollo. Por lo tanto, como de momento no estoy centrada del todo en ninguno de ellos, más que nada por tiempo, decidí hacer este reto de escritura sin proyectos en mente. Mi idea era solo avanzar, en lo que pudiese y como pudiese, en los distintos frentes.
Y así ha sido. Entre artículos de por aquí, ideas, anotaciones, posibles futuros proyectos y otras cosas que he ido escribiendo he avanzado bastante. Ojalá pudiese decir que tanto como para completar el reto y conseguir llegar a las quince mil palabras que me propuse, me he quedado más bien sobre las diez mil. Me parece ya una cifra bastante aceptable. Si encima me hubiese centrado en algún proyecto para avanzarlo hubiera sido ideal.
Cuando las lesiones entorpecen
No puedo negarlo, mi gran lastre este mes ha sido tener una lesión en el brazo derecho. Lo justo para fastidiar, tener dolor, no poder escribir a mano (con lo que lo necesito para ordenar ideas, parece que no sé trabajar en el ordenador si antes no lo hice en papel) y vivir haciéndolo todo con la izquierda.
Encima, me moría de ganas de escribir. Se me ha hecho muy cuesta arriba resistirme, ha habido momentos que me ha sido difícil actualizar por aquí por el dolor y la molestia de no saber ya ni cómo poner el brazo. Pero, por suerte, no han sido demasiados días y los mails en el móvil ayudan mucho a desquitarse cuando quieres apuntar algo y no puedes hacerlo a mano. No es lo mismo ni de lejos, no sacia igual, pero es una alternativa.
Los días en blanco
Uno de mis objetivos también a conseguir este mes era reducir los días en blanco. No sé qué me está pasando este año, pero estoy teniendo más días sin escribir, encadenándolos incluso, de los que he tenido desde que empecé con el reto 250 hace cuatro años.
En parte puedo entenderlo, me noto que necesito alguna pausa para poder seguir siendo productiva. Pero por otra parte no quiero perder el hábito, con lo que me ha costado conseguirlo, y aunque sea me gustaría seguir con mi cuaderno literario y las pequeñas anotaciones que hago como forma de no romperlo: futuras ideas, imágenes del día, canciones sobre las que trabajar…
Debo decir que eso sí lo he conseguido. No han desaparecido por completo, porque con una lesión ha habido días de no tener ninguna gana de hacer nada. Han disminuido al menos y ya por eso me parece que he conseguido algo de lo propuesto.
De cara a mayo
Empiezo a plantearme, en parte por el hecho de valorar mes a mes en mi cuaderno del traveler’s notebook (este es el que uso yo), que casi es mejor planificar mis objetivos literarios y de escritura con una frecuencia mensual más que anual. Esto me permite ver la meta final y desglosarla, saber por dónde voy y qué me falta y así trabajar en consecuencia.
Visto así, este mayo quiero cumplir algunas cosas:
- Quiero mantener el ritmo de escritura y no bajar de las diez mil palabras. Por aquello de conseguir mi meta anual más me vale no bajar con el contador mensual. Además, sé de sobra que es una meta asequible, es mi media normal.
- Además, quiero bajar la cantidad de días en blanco. Ojalá llegar a cero este mayo, pero cuento con que alguno falle. Me encantaría volver a esas rachas de días y días sin romper, como en años anteriores, pero se ve que esta vez estoy más dispersa que nunca. Tampoco se puede rendir igual así.
- Quiero dar el paso con Metáforas. Lleva tiempo sin que tenga ninguna respuesta de los sitios donde los he mandado así que creo que va a tocar enviarlo a que recorra mundo, a ver si tengo suerte y lo podéis leer un día de estos. ¿Que desanima un poco el hecho de que no tenga respuestas o sólo tenga rechazos? Pues sí, no voy a decir lo contrario, pero sigo pensando que ese poemario merece su oportunidad. Como espero que en un futuro la tenga Lettere.
- Y hablando de Lettere, ya va siendo hora de atacar de nuevo la corrección y trabajar en esos puntos débiles que siento que se me resisten. Es como si todo lo escrito hasta ahora fuese un simple boceto y todavía me quedase un mundo por descubrir detrás. No sé, es una sensación extraña y creo que trabajar el texto me ayudaría a mejorarlo y cambiar esa idea que tengo cada vez que lo leo.
Creo que, con todo eso, tengo ya distracción y trabajo de sobra para un mes de mayo que, preveo, será duro entre cursos, estudios, idiomas y trabajo enfermero. Como para exigirme más no está la cosa, no cuando encima lleva tanto tiempo persiguiéndome el bloqueo y mordiéndome los talones.