La escritura, como tal, funciona a sesiones más o menos planificadas. De todas estas sesiones había una, la más importante de todas, que tenía pendiente desde hace un tiempo y no había podido hacerla. Esta semana, por fin, pude enfrentarme a la hoja en blanco más dura: la de tomarle el pulso a mis proyectos.
Categoría: Literatura
El desbloqueo de la hoja en blanco
Parece mentira, pero lanzarse de cabeza frente a una hoja en blanco sabiendo que al final de la sesión algo debe salir sí o sí puede ser lo más desbloqueante que existe. En estos momentos en que mi concentración va fluctuando entre «ninguna» y «escasa» saber que la entrada semanal debe salir sí o sí es de esas cosas que consiguen que me espabile, me arremangue, me siente frente al portátil y me pelee, semana tras semanas, en sacar algo adelante.
Escritura maternal
No descubro el Mediterráneo precisamente al decir que escribir, siendo madre, es siempre más complicado. Encontrar huecos donde apenas los hay para ser creativa, ese es el gran reto.
Silencio (parte 17): de cuando el manuscrito se resiste
Hay libros que se resisten.