No se puede entender este, mi espacio, mi Plan de cuidados literario, sin la tradicional entrada del día de la poesía. Le faltaría algo importante si no la subiese.
Día de la poesía 2021
En la primera entrada que subí por aquí, allá por 2017, hice una lista de propuestas para celebrar el día de la poesía, incluyendo un poema. En 2018 compartí otro poema, algo que surgió intentando explicar qué significa la poesía para mí en el día a día, en mi práctica laboral. 2019 fue un año en el que amplié la reflexión a la vez que compartía otro poema. Tenía por entonces, además un poemario, Lettere a medio corregir.
Supongo que Lettere, que quedó ahí, corregido y sin más, fue un punto de inflexión. Las circunstancias laborales de entonces no ayudaron a desbloquearme y estuve tiempo sin escribir. La poesía parecía haberme abandonado… Hasta que vino la pandemia. El año pasado subí por aquí para el día de la poesía Cuarentena, algo que condensa a la perfección mi sentir de entonces. No ha perdido ni un ápice de actualidad. Además, aquello formó parte de la inspiración más fuerte, la que durante meses ha hecho madurar y que pudiese escribir Nostalgia.
La huida
«La huida hacia delante, siempre hacia delante. El lema propio —cuando el nudo apriete y el techo pese sal a que te dé el aire— presente en cada instante. Desafiar el temporal para acogerlo con los brazos. Saltar hacia delante y dejar que la tormenta atraviese. Que el aire frío y el ánimo se conviertan en uno, se hagan indisolubles por cualquier método físico o químico que algún día se inventen.»
Dentro de todas mis huidas hacia delante, de todas las tormentas abrazadas durante semanas y meses, mi consuelo y refugio se convirtió en poesía. Me encontré en y con ella y he vuelto a latir y a sentirme más plena desde entonces.
A pesar del silencio desde el día que puse punto y final a Nostalgia, en enero, ha sido un silencio agradable. De reconocimiento en lo escrito mientras corregía. De satisfacción por saber que había conseguido vaciarme de palabras y sensaciones que quería transmitir. De autoconocimiento e introspección, de estudio, de saberme en paz.
Este día de la poesía lo celebro con la voz quebrada por cuanto me he dejado en palabras durante los últimos meses escribiendo y, a la vez, satisfecha con el resultado. Un día de brindar conmigo misma y abrazar mis tormentas internas porque sé que de ellas puedo construir algo bello. Aunque duela. Aunque me quiebre en mil pedazos en el proceso.
Mis huidas son siempre hacia delante, creando.
Feliz día mundial de la poesía a todos.