Abierto por vacaciones.
Cuando tomé la decisión de dejar todo abierto, de seguir publicando, sabía que estos días tórridos de agosto serían los más duros de todo el año. Mi suerte es que a pesar de que los domingos, cuando toca rendir cuentas, estoy cansada, tengo ya planificado de antemano qué voy a escribir. Esa planificación literaria que me hago, incluyendo las entradas, me ayuda a encontrar tema y poder desarrollarlo a lo largo de los días para tenerlo listo el lunes por la mañana a primera hora.
No quita eso para que parezcan que los días se arrastran, se alargan y la pereza vital inunde todo.
La carga mental no es algo que ayude. La carga mental siendo madre no se multiplica de forma lineal, lo hace de forma exponencial. Satura el cerebro de una forma complicada de explicar y lo llena de muchísimo ruido. Está a todas horas el run run haciéndose eco y no para, no para nunca. Solo varía de volumen, a veces más alto y otras veces más bajo, pero siempre está ahí y siempre estará.
Así que en estos días que se arrastran, días de calor en que poco más se puede hacer más allá de sobrevivir, me dedico a continuar con el hilo creativo. Bajando el ritmo, pero adelantando trabajo. Hay cosas que también hay que hacer para cuando el tiempo dé una tregua y sea más placentero escribir: hacer un boceto de las futuras entradas de aquí a final de año, planificar la escritura de proyectos, pensar en posibles maneras de avanzar el libro que quiero escribir, etc.
Es el momento de pensar, de darle vueltas a la cabeza. Y eso también es escribir.
No deja de ser irónico que, justo ahora que el ruido de la carga mental está ahí, de fondo, yo venga a meter más ruido mental pensando, dándole vueltas a proyectos y a textos. Pero esto es como cuando de adolescente empecé a estudiar con música y me acostumbré a ella: ya que voy a tener ruido de fondo, prefiero elegirlo. Prefiero hacer que las voces creativas destaquen durante algún rato sobre el resto y sentirme bien, no perder el hilo. Ya habrá tiempo el resto del día para que el resto de asuntos de la crianza y demás se hagan paso y silencien esto.