Septiembre, el mes de la vuelta al cole y el fin de los contratos de verano, se acerca. En mi caso seguiré en el hospital y en la unidad postquirúrgica, pero eso de que se acerque septiembre significa que tocará empezar segunda vuelta intensiva y que volveré a la academia para darme toda la caña posible. A ver si esta vez es la definitiva y consigo sacar plaza de una vez por todas.
Es por eso que el tema de la semana estaba más que claro: ¿EIR con academia? ¿Sin academia? ¡Se abre el debate!
EIR sin academias.
Preparar el EIR sin academias es posible, tanto si es la primera vez como si ya has intentado hacer el examen y obtener plaza más veces. Es difícil y tiene sus desventajas, pero también tiene otras ventajas evidentes: más económico, por supuesto, y si eres de los que van por libre y no soportas que te dirijan qué tienes que hacer cada semana porque te organizas mejor por tu cuenta te irá bien así.
Antes de estudiar en sí debes tener en cuenta algo importante: lo primero que tienes que tener es el temario. Te va a tocar trabajar con él, así que ahora, con tan poca antelación no es el momento de «construir» los apuntes a base de buscar la información sino de leerlos y estudiarlos. A partir de ahí es cuestión de ver el tiempo que queda hasta el examen (seguramente será a finales de enero o principios de febrero, pero hasta que no publiquen el BOE no se sabrá con seguridad) y repartir el temario en ese tiempo.
Eso sí, seamos realistas: nada de «voy a estudiarme todo Fundamentos en un día», eso no lo hace nadie. Cosas asequibles, razonables, que luego se acumulan los objetivos no cumplidos y la frustración aparecerá y arrasará con los ánimos.
Os hablo de mi experiencia sin academia: mis primeros dos intentos fueron por libres y no fue tan mal en sí, a las puertas me quedé, como siempre. La cuestión es que antes de empezar a estudiar me organicé mucho para repartir el tiempo entre todos los temas y que me diese tiempo a verlos. Hice también tests, que encontré por internet y por distintas aplicaciones.
Poder, se puede, pero es complicado. Creo que una de las claves más importantes, tanto si lo haces por tu cuenta como si vas por academias, es combinar planificación y fuerza de voluntad. Sin estos dos ingredientes, por más motivado que estés, no haces nada.
EIR con academia.
Vas con la ventaja de que ellos te dan ya los temas y no tienes que buscar tests por todos lados. Si además te cuesta organizarte también te ayudan, al marcar el camino de lo que tienes que estudiar cada semana. Y las explicaciones sobre cosas más complicadas o liosas siempre se agradecen, junto con las reglas mnemotécnicas.
Eso sí, recordad que una academia no hace milagros. Sin el trabajo de uno, sin la fuerza de voluntad para ponerse a diario y trabajar, por más que te lo den masticado no vas a conseguir nada. Al final todo depende de tu esfuerzo. Ayudan, por supuesto, pero ellos no van a estudiar por ti ni van a hacer el examen por ti.
En mi caso debo decir que he estado en academia. He hecho curso entero y curso intensivo en sucesivos intentos de conseguir mi plaza EIR. Estoy contenta con la experiencia porque me han ayudado a clarificar algunos conceptos, tengo los temas más resumidos (y eso que te ahorras para estudiar y repasar luego) y los contenidos, entre tests y temas, me han resultado útiles. Si no tengo plaza ahora ha sido por lo de siempre: me quedé a las puertas de conseguirlo por muy pocos aciertos.
Curso intensivo en breves.
En este quinto intento por ser residente de salud mental en cuestión de poquito empezaré de nuevo en modo intensivo con la academia. Podría haber empezado con el curso entero en marzo o abril y haberme preparado desde entonces, pero necesitaba un respiro también. Son cuatro intentos seguidos sin parar de estudiar, así que estos meses me los he estado tomando con calma, leyendo los temas y haciendo tests pero sin matarme demasiado.
A partir de ahora me será bastante más complicado y tendré que sacar horas de debajo de las piedras, ya que tiene pinta de que voy a trabajar hasta casi llegando el examen. Pero este pequeño «descanso» me ha venido bien, me noto con energías como para intentarlo y dar lo mejor de mí para conseguirlo.
Ojalá no me equivoque, porque siento que esta vez será la definitiva. Me noto preparada para ello, tengo esa confianza interna y esa serenidad que acompaña al que se siente seguro de que llegará tan lejos como quiera. Los vientos los siento a mi favor y pienso aprovecharlos al máximo.