Del jueves 6 al domingo 9 de abril se celebró en Castellón la III edición del Encuentro Nacional de Editoriales Independientes (ENDEI). Este año, al igual que el anterior, no me he perdido la cita, aunque he ido poco tiempo y me ha dejado con sensaciones encontradas.
Los puntos fuertes de esta edición del ENDEI
Debo decir que estuve muy poco tiempo en Castellón por motivos de trabajo. Aún así me dio tiempo a asistir a uno de los speed dating que hicieron, donde busqué una oportunidad para mi poemario, y pude escuchar algunas presentaciones y charlas, como la del presente y futuro de la poesía o la de sinergias entre el libro impreso y el digital.
Puntos fuertes: han sido interesantes, los intervinientes han expuesto sus puntos de vista ampliando el debate, no limitándose en el tema. En la charla del libro digital, por ejemplo, se trató la piratería y la diferencia de acceso a los libros piratas en otros países, como Francia o Alemania. Y en la de la poesía se ha tocado el tema de las redes sociales y los poemas compartidos en ellas, entre otras cosas.
El speed dating, como experiencia, ha sido también muy interesante. Me curré una forma de presentación del poemario bastante visual para poder incluir en ella la tarjeta de visita con mis datos de contacto y algunos versos. Además de entregarlo a los editores con los que me entrevisté, lo usé de soporte para explicar el contenido de la obra, las partes en las que se divide, etc. Creo que eso ha sido algo positivo, me ayudó también a quitarme parte del nerviosismo y, además, quedé muy satisfecha del resultado visual. En cuanto a resultados literarios debo decir que me toca ahora contactar con los editores, enviar mis textos y cruzar los dedos.
Los puntos negativos del ENDEI
No puedo obviarlos, este año lo he visto más flojo con respecto al año anterior. No sé cuál ha sido el motivo en concreto, pero por ejemplo la afluencia de gente la he visto menor este año. El pasado daba la impresión de que las charlas, mesas redondas, presentaciones y demás atraían a mucha más gente, había más debate, etc. Es que incluso las redes sociales las he visto más apagadas, con menos interacciones en los hashtags de rigor.
También he visto menos variedad en cuanto a temas a tratar en los diversos debates y me faltaron editoriales que publicasen género, opinión que comparte conmigo mi amiga Laura, con quien fui al evento.
Sobre si repetiré el año que viene o no es algo que decidiremos Laura y yo conforme veamos el cartel con los eventos que planifiquen. Dudas sobre futuras decisiones aparte, me quedo con lo bueno de la experiencia (y con los libros que aprovechamos para comprar, claro).