¡Cuarta semana del reto! Cada vez estamos más cerca de la meta final.
Resumen de la semana
¿Qué tal estáis llevando esta semana? Seguramente los últimos días hayan sido especialmente duros. La crisis de la tercera semana del reto está ahí y seguramente os haya atacado de una forma u otra, pero os animo a seguir adelante. Queda ya tan poquito para el final que merece la pena un último esfuerzo.
Yo ya empiezo a notar eso de levantarme más temprano de lo habitual en mí para escribir. O quizás sea más correcto decir que lo que noto es el cansancio acumulado de todos los días, que se me junta con el cansancio de los turnos. Pero aún así siento que estoy haciendo un NaNo espectacular, dadas las circunstancias. A estas alturas del reto, día 22, aún no he tenido ni un solo día que pueda decir que se me ha quedado en blanco. Ni siquiera un día que haya escrito menos del mínimo diario que pide el NaNo para conseguir las cincuenta mil, esto es, 1667 palabras. Estoy especialmente orgullosa de cómo este año estoy manteniendo el ritmo y la regularidad.
Algo bueno de esta semana pasada también fue que por fin, después de dos años sin vernos, Adri y yo pudimos quedar para escribir. Había echado tanto de menos nuestras habituales quedadas para escribir que nos supo a poco: nos pusimos al día (aunque hablemos muchísimo en el grupo de El Coche Escoba), desayunamos como señores y subimos los marcadores de palabras al máximo. Fue mi segundo día en lo que llevamos de reto que escribí más de mi mínimo, más de tres mil palabras, y llegué a ponerme entonces en cuarenta mil palabras. A él también le cundió bastante la mañana, tanto que estamos viendo de repetir antes de que se acaba el reto.
Un proyecto que cada vez va pesando más
Por lo demás, el reto avanza. Sigo terminando de analizar un libro, que me queda cada vez menos, y sigo pendiente de analizar otras cuantas cosas, pero poco a poco empiezo a ver una forma, un esqueleto, algo a lo que aferrarme para escribir. Intuyo que acabaré el año con unas cuantas cosas entre manos que me harán sentirme con infinitas ganas de ponerme a estudiar, solo para poder escribir después.
Se confirma que voy a necesitar más que el NaNo para organizar mi escritura. Solo estoy todavía con el primer proyecto, que quiero dejar más o menos pensado y estudiado con esta lectura, pero tengo en la recámara para él un buen puñado de libros aún por leer y analizar. Eso, supongo, lo iré haciendo conforme me deje el resto ya retocado y estudiado, porque si no mi objetivo de revisar proyectos para ordenar la cabeza se me va a ir del todo.
Aún así, intuyo que aunque Silencio aún está por ahí y aún quiero escribirlo, va a pasar a un segundo lugar en cuanto lo analice. O eso o lo escribo del tirón mientras sigo leyendo para escribir este otro proyecto, CV.
Mis proyectos literarios actualmente
Os quiero hacer una entrada en exclusiva de mis proyectos, ver cómo van y en qué estado se encuentra cada uno, pero hasta que no acabe todas estas revisiones recopilando material no voy a poder hacerla. Y creedme, aún me queda bastante por analizar y ordenar la cabeza. No es una cuestión de un puñadito de líneas, hay mucho más.
Como os dije hace no demasiado tiempo, siempre he tenido alguna idea en mente y he tratado en los últimos años en desarrollarlas de una en una, pero no ha sido hasta ahora que no he vuelto a antaño, a cuando llevaba varias a la vez. Y no quiero tampoco que por tratar de abarcar más no avanzar ninguna. De ahí que para mí estos días de análisis sean tan necesarios. Necesito estudiar las posibilidades de cada una de mis ideas y proyectos para ver en qué punto está cada una y saber hasta dónde puedo llegar con cada una de ellas y por dónde empezar a trabajar. Ha dado la casualidad de que, además, empezando a estudiar la primera me he ido emocionando con los análisis y he seguido, pero tengo otras cuatro que estudiar todavía. Cuatro que sé que no avanzaré aún.
Seguramente, de todo lo que tengo pensado, haya dos de esos proyectos o ideas que tengan más peso que el resto. Serán los que priorice para escribir, los que trabaje más y más, dejando el resto para más adelante, cuando los tenga más desarrollados.
Lo que quiero escribir esta semana
Esta semana será la semana en la que cante, por fin, meta con las cincuenta mil palabras. Lo sé y es un hecho, teniendo en cuenta que hasta ahora he sido capaz de mantener el ritmo, sé que voy a ser capaz de llegar hasta el final. De hecho, no estoy tan lejos, hoy mismo llegué a las cuarenta y cinco mil, así que cinco mil palabras más no son nada a estas alturas.
Dentro de ese puñado de palabras aspiro a terminarme el libro que está ya por el final, me apetece echarle el ojo a otro y, sobre todo, ponerme ya con el cuaderno que me queda porque en él reposa el resto de ideas de los otros cuatro proyectos.
Otra de las cosas que quiero terminar de escribir esta semana son las entradas de aquí a principios de año. Tengo algunas a medias, como las de lecturas, pero el resto aún son un boceto. Y me interesa adelantarme ese trabajo porque así esos días puedo dedicarme con el estudio sin tener que preocuparme de las actualizaciones del blog en sí. Lo bueno es que esas entradas son fáciles de escribir, muchas de ellas son las clásicas de estas fechas: las de lecturas (que este año van a ser dos, he leído demasiado como para condensarla en una) y la de propósitos de año nuevo no pueden faltar. Las otras están pensadas y esquematizadas, así que a ver si me siento y las escribo de una vez.
Y, por último, esta semana me apetece hacer algo que no suelo hacer. Y es que en cuanto llego a las cincuenta mil palabras es cuando suelo relajarme y bajar el ritmo. Este año quiero seguir adelante, con ese mínimo de palabras diaria como si no hubiese llegado a las cincuenta mil. Quiero continuar y desbloquearme el logro en la web de las actualizaciones diarias consiguiendo esa meta, y encima tengo la excusa de que tengo que seguir escribiendo, de que seguiré en diciembre y que a partir de ahí seguiré en enero con el proyecto que sea.
Ya habrá momento de imprimir lo escrito estos días, subrayar y ver qué puedo rescatar para cada cosa, pero está siendo el NaNo más interesante que he escrito hasta ahora. Muy bien aprovechado, con mucha información y con la sensación de que, poco a poco, voy sintiéndome más feliz con lo que voy escribiendo.
Me quedo con eso, además de con el logro conseguido.