No voy a negar lo evidente: retomar el hábito diario de escribir es muy duro cuando has dejado la rutina de lado. El EIR, sobre todo en la recta final, me ha descolocado por completo y ahora toca volver a estructurar mi vida sin estudios por medio. Esto incluye, por supuesto, implementar de nuevo el rato diario de creatividad literaria en mi rutina. Por suerte vengo con bastante energía encima para hacerlo, así que vengo a compartir aquí algunos de esos motivos por los que retomar la escritura tras el parón.
1.El parón era importante para mí
Tenía que hacerlo, eso sin duda, así que no puedo sentirme culpable por ello. No fue «dejarme vencer», simplemente prioricé: el trabajo y el estudio necesitaban mi máxima atención en esos momentos.
Lo bueno es que, por más que pare, por más que decida abstenerme de escribir, no puedo dejar de hacerlo. Este tiempo de no ponerme en serio han sido días de anotar ideas sueltas, de dar forma a un proyecto y pensar en varios más, de planificar cambios y alimentar poco a poco, con todo esto, las ganas de volver.
Habrá sido importante parar, me habrá venido bien para el estudio, pero tampoco lo considero tiempo en balde, sin aprovechar. Además, el hecho de haber dejado de lado algo que me gusta por un motivo mayor hace que ahora, que he «recuperado la libertad», sepa más a gloria el hecho de volver a teclear.
2.Me he empapado de artículos mientras
Lo bueno de seguir a blogs tan interesantes como el de Gabriella Literaria o el de Isaac Belmar, entre otros muchos, es que tengo lectura de calidad garantizada para cada semana. Libros no muchos, porque no me ha dado tiempo a empaparme de ellos estos últimos meses, pero entradas a montones. Os dejo algunos de los mejores posts que he ido leyendo, por si os interesa:
- Hemos perdido el norte con la escritura, de Isaac Belmar.
- Si quieres escribir bien ignora a todo el mundo, de Isaac Belmar.
- Escribir todos los días, de Isaac Belmar.
- La inspiración no existe, de Isaac Belmar.
- Cómo escribir una novela con el método de las 30 escenas, de Gabriella Literaria.
- ¿Quieres triunfar como escritor? Busca 100 rechazos, de Gabriella Literaria.
- Cómo escribir más y mejor con el método de los 3 cubos, de Gabriella Literaria.
- Por qué publicar tu libro es como buscar trabajo, de Jaume Vicent.
- Eres un mal escritor y lo sabes, de Jaume Vicent.
- 50 kg de adolescencia, 200 gramos de internet (I), de Unai Velasco.
- El cuento no vende, de Laura Huelin.
- Tras el boom de los nuevos poetas llega la poesía, de Diego Álvarez.
Tenéis lectura para rato, como podéis ver. Y sé que me he dejado por el camino algunos más que me han gustado o interesado, pero no consigo encontrarlos en estos momentos. Si los localizo de nuevo actualizaré la entrada para añadirlos.
3.El reposo sirve para que maduren las ideas
Es un hecho más que comprobado. Cuando me doy un tiempo de reposo y distancia, cuando me alejo del papel, luego veo el resultado de ese trabajo anterior con perspectiva y encuentro cosas interesantes. Nuevas ideas que haya pasado por alto, más textos de los que pensaba, más partes que salvar de esa historia que hubiese creído que no me estaba llevando a ninguna parte…
Esta vez ha sido un proyecto. Si bien es verdad que me he empeñado en teclear otras cosas, más prosa, desde que terminé mi último poemario, Páginas de Metáforas (nombre provisional), la verdad es que he ido escribiendo poco a poco nuevos poemas. Sin pretensiones, simplemente iban saliendo. En mi viaje a Italia del pasado mes de septiembre, fue cuando fui consciente de que había una idea latiendo ahí, que estaba pidiendo a gritos ser escrita y le puse un nombre provisional, Anecdotario Lettere.
El reposo me ha servido para que Lettere fuese teniendo cuerpo propio, creciese. No solo con nuevos versos, también han ido madurando los que ya tenía, he encontrado un hilo conductor entre ellos (inconsciente, no pretendido, pero ahí estaba) y me ha permitido corregir un poco lo que ya tenía, descartar o dejar.
El resto de proyectos han tenido también su momento, aunque menor. Supongo que ahora, con la vuelta a la actividad, los iré retomando poco a poco.
4.Nueva rutina para un nuevo periodo creativo
Después de todo lo que he venido contando en la entrada es de suponer que las ganas de escribir están ahí, que no me falta la motivación para ponerme de nuevo. Pero estamos hablando de volver a crear una rutina, rutina que tenía antes y dejé de lado por estudiar.
Para ello, y siguiendo los consejos de Gabriella Literaria en su última newsletter, he asociado el momento de escribir con el momento en que me siento con un té o un café y tengo tiempo de sobra para dedicarme a ello. No me he propuesto horas concretas porque con mis horarios de trabajo rotatorios es imposible y abandonaría al poco tiempo.
También he tenido en cuenta parte de lo que he venido leyendo este tiempo (y que os he enlazado arriba): no todo es escribir, también es corregir, documentarse, preparar los detalles de la historia que estés escribiendo. Es por eso que sí, que escribiré todo lo que pueda siempre que pueda, pero si un día toca corregir o trabajar en el trasfondo del proyecto de turno no me torturaré como si fuese un día perdido, porque no lo es.
Mi objetivo de este año es que ese rato literario, mi media hora diaria, sea productiva en un sentido u otro. Y mi idea, también, es reflejarla por aquí y compartir los resultados con vosotros.
Me apunto los artículos para leerlos en cuento termine los exámenes. Me encantan tus razones para volver a escribir y lo bien que las has hilado. Espero que esos proyectos sean muy fructíferos y vuelva tu hábito de escribir. Un saludo. 🙂
Espero que te inspiren y te sean tan útiles como a mí.
Seguro que serán fructíferos, cuestión de tiempo y de volver a adaptarme a mi costumbre diaria de escribir. No creo que tarde mucho, poco a poco van saliendo más cosas.
Besos, nos leemos.