Hoy es el día de las escritoras, una fecha que nació como reivindicación por el lugar, en segundo plano, que lleva ocupando la escritura de las mujeres a lo largo de la historia de la literatura. De ahí que, además, este mes estén en funcionamiento iniciativas como #LeoAutorasOct como forma de compartir en redes lecturas de autoras.
Todo esto es una forma más de visibilización de nuestra labor como creadoras. No es la primera vez que una se asoma a una mesa de novedades de una librería, o a las famosas listas de novedades de libros (o cualquier otra lista de libros, en realidad) y la cifra de autores hombres duplica a la de mujeres, cuando no se limitan a nombrar a una sola o dos como mucho frente a quince o veinte hombres. Y cansa, acaba cansando. Al igual que también acaba cansando que cuando hay algún evento literario con mesas redondas siempre tenga que haber alguna de «X tema desde perspectiva femenina» porque la opción de «mesa redonda de X tema» con participación mayoritaria de mujeres no fuese viable. Como si no hubiese manera de opinar del tema en cuestión que sea si eres mujer, por más experta que seas en ese campo. O como si no te tomaran en serio, como si no supieses nada del tema. O sin los «como».
Cansa, acaba cansando también muchas otras cosas. Digamos que gran parte de ese cansancio, ese ninguneamiento, ya lo puso por escrito hace años Joanna Russ en su maravilloso Cómo acabar con la escritura de las mujeres (reseña por aquí). No ha perdido un ápice de actualidad desde que fuese publicado por primera vez, en 1983, y eso es muy triste. Así que era cuestión de tiempo que surgiese este tipo de iniciativa.
La Biblioteca Nacional (entidad oficial impulsora del reconocimiento de este día), además, aprovecha para articular las actividades de este día cada año en torno a algún tema en concreto. Este año, por ejemplo, se centrará en el placer, la alegría y la risa. Otros años se han centrado en el saber y el poder (2017), rebeldía y transgresión (2018), el amor y la libertad (2019), el esfuerzo cotidiano de las mujeres (2020), las edades de la vida (2021) o la guerra (2022).
Así que hablar de este día es necesario. Aprovecharlo, junto a otras iniciativas, como excusa para compartir esas autoras que nos gusta, reivindicar clásicas o conocer a nuevas autoras a las que leer es la meta de esto. Hacer que la literatura sea más inclusiva, en definitiva. Y tomar conciencia, cuando vayamos a una librería, de qué nos muestran y qué acabamos comprando. Si al final no leemos a las mujeres nos estamos perdiendo el punto de vista literario del cincuenta por ciento de la población.
¿Qué autoras me recomendarías? ¿Qué autoras os gustan? ¿Cuáles queréis leer? Tenéis los comentarios abiertos para compartir las autoras que gustéis, será un placer siempre descubrir alguna nueva.