¡Feliz día del libro! ¿Qué mejor día que hoy, uno de mis favoritos del año, para hablar de lecturas y títulos que se han hecho su propio hueco en la estantería? Va, pues, reseña breve de los primeros libros leídos este año 2018. Seguro que, al ritmo que voy, caerán muchos más (y estaré encantada de compartirlos todos por aquí).
Los muchachos de zinc, de Svetlana Alexiévich
Arrancó muy fuerte el año, todo sea dicho. Libro tras libro Alexiévich se ha ido convirtiendo en una de mis escritoras favoritas junto con Jane Austen (y teniendo en cuenta lo fangirl que soy de Austen son palabras mayores) y Emily Dickinson.
En este ensayo recupera la voz de excombatientes de la guerra de Afganistán (1979-1989), familiares y personas relacionadas con aquella guerra. La negación y ocultación por parte del gobierno soviético y la llegada de esos ataúdes de zinc donde volvían los restos de quienes fueron a Afganistán hacen de este libre algo muy importante por su labor de recuperación de la memoria. También hay que comentar que trajo mucha polémica en el momento de su publicación en la Unión Soviética y en el propio libro, en su edición de DeBolsillo, se incluyen transcripciones del juicio al que fue sometido la autora por escribir esto.
Lo devoré muy rápido y me pareció tan duro, imprescindible y bueno como todos los libros de ella. Me gustó muchísimo, la verdad.
La flor púrpura, de Chimamanda Ngozi Adichie
A Chimamanda la conocí cuando leí su ensayo, extraído de una charla TED, Todos deberíamos ser feministas (reseñado aquí). Tras eso me quedé con ganas de leerla más así que en cuando pude me hice con su novela La flor púrpura.
Si os digo que la historia de los hermanos Kambili y Jaja y el contraste entre el mundo de su hogar y el de su tía Ifeoma me enamoraron me quedaría corta. Ha sido para mí el gran descubrimiento del año, y eso que fue un libro que leí a principios de este 2018. De verdad os digo que es mejor que vayáis a por él sin saber mucho más, así os sorprenderá página tras páginas. Aviso de que no podréis dejar de leerlo, que os enganchará de principio a fin.
Una novia para Lord Ned, de Sally MacKenzie
Mi placer culpable, ese tipo de libros que suelo devorar cuando me apetece leer algo sencillo, son las novelas románticas de época (sobre todo las de Regencia). Buscando un poco por mi Kindle encontré esta, que estaba completamente olvidada.
Lo único bueno que diré de esta novela es que se lee rápido. Por lo demás me pareció un bodrio de grandes dimensiones: los personajes eran especialmente insufribles, la premisa de la que partía no se sostenía por ninguna parte y el resto de la historia ha sido aburrida de principio a fin. Ni siquiera el final merecía la pena.
Nada recomendable.
Qurtuba, de Bettie Pathway
Bettie Pathway es una bloguera, autora del blog Cuaderno de retales, profesora y escritora que publica por su cuenta sus textos. No es el primer libro de ella que leo, de hecho es el segundo poemario suyo que visita mi Kindle y debo decir que comparado con el primero, Pedazos, hay una evolución que se nota y es muy interesante. Temática amorosa y Córdoba como telón de fondo de estos versos que, de verdad, merecen la pena su lectura.
Además, libro gratuito y disponible en su blog, no sé qué estáis haciendo si no le dais una oportunidad y le echáis un ojo hoy mismo.
La magia de escribir, de José Antonio Marina y María de la Válgoma
Este libro lo tenía prácticamente olvidado en casa de mis padres y, muchos años después de su primera lectura decidí darle una nueva oportunidad, a ver si con el paso del tiempo y la experiencia conseguía sacarle algo de provecho.
La verdad es que no. Me parece que divagan mucho sobre el acto de escribir y la escritura como forma de transmitir un mensaje (no necesariamente literario) y sobre la escritura creativa en sí pasa casi de puntillas. Alguna cita se salva, pero en general me parece que no es muy recomendable. No está mal escrito, pero no me ha aportado casi nada.
7 competencias clave hacia una salud digital, de José María Cepeda
Ya hablé algo de este ebook en la entrada de la entrevista que le hice al autor, así que no me repetiré demasiado. Enfermera que lees esto, corre a por él, te va a ser muy útil e interesante. Palabrita.
Binti, de Nnedi Okorafor
Mi primer contacto con el afrofuturismo ha sido con esta historia, ganadora de los premios Hugo y Nébula (casi nada, oiga). Narra la historia de Binti, una chica de la tribu himba que ha conseguido plaza en la mejor universidad de la galaxia, y su viaje hasta allí, medusas incluidas.
Se devora muy rápido, su final sorprende por diferente y os recomiendo que lo leáis así, sin saber más, para que os sorprenda en cada párrafo. Desde luego me quedo con todo el trasfondo de la historia y los elementos culturales que tiene, me ha parecido una mezcla maravillosa.
Nieve Antigua, de María Sotomayor
Si tuviese que usar algún término para definir este poemario sería con la palabra «evocador». No hay otra mejor que exprese esa forma en que las imágenes van apareciendo verso a verso, en que el frío se hace palpable y se puede casi oler la naturaleza evocada.
Da gusto encontrar un poemario así, la verdad. Ha sido un placer ir leyéndolo poco a poco, casi a sorbos.
Últimos testigos, de Svetlana Alexiévich
Y vuelvo a Svetlana, vuelvo a sus ensayos. Esta vez es un libro lleno de testimonios de niños soviéticos durante la Segunda Guerra Mundial. Brutal se queda corto por lo durísimo de todas estas historias de orfanatos, muertes, devastación, hambre e infancias destruidas. Altamente recomendable, aunque recalco que para los que sean sensibles será excesivo leer según qué partes.
Y con esto termino de momento esta entrada tan llena de libros. Que paséis muy buen día hoy y disfrutéis como está mandado en las ferias correspondientes que se están organizando estos días en todas partes.