Hace ya bastante tiempo, a raíz de un post de Gabriella Literaria que habré compartido por aquí mil veces, me tomo las respuestas editoriales con la filosofía de quien colecciona rechazos.
No es que haya recibido ninguno nuevo esta semana, es que pensando en las últimas no-respuestas me apetecía pensar un poco sobre mi escritura.