Hablemos hoy de ese momento opositor en que menos te lo esperas y te convocan esas oposiciones para las que llevas tanto tiempo esperando (y seguramente estudiando). Porque aunque te estés preparando puede pillarte en un momento de tu vida en el que andas con el paso cambiado.
La mentalidad del opositor: fases de una oposición
No os voy a mentir: la friki esta se inspiró para escribir esta entrada cuando convocaron por fin las oposiciones de sanidad de la Comunidad Valenciana. Me pilló en un momento delicado entre organización de mi boda, planificación del NaNo y trabajo que coincidió, además y de forma totalmente casual, con que estaba escuchando la banda sonora de mi saga de películas favorita, Star Wars. Se hizo la luz en mi mente y supe que tenía que escribir este post sí o sí.
Va hoy, por aquí, las fases de una oposición. Porque esto, a pesar de que sea un drama porque te trastoca el calendario (acerca fechas, te mata de nerviosismo, etc.) es mejor tomarlo con humor.
La amenaza fantasma
Planea en el horizonte desde el mismísimo momento en que te decides y, por qué no, vas a presentarte a esa oposición que pinta bien. La pega es que todavía no ha sido convocada. Ni está ni se la espera en estos instantes, pero es algo que no tardará mucho en salir. O eso dices.
Pero todavía no ha cundido el desánimo ni ha hecho mella en ti el cansancio. Consigues el temario o te apuntas a una academia. Empiezas a planificarte el estudio, aunque siempre con mucha calma y relax. Total, hay tiempo de sobra, aún no han convocado siquiera, de aquí a que lo hagan todavía queda bastante. Seguro que sí.
El ataque de los clones
Puede que otras oposiciones por aquí salgan y te pongan ojitos tiernos. ¿Qué haces perdiendo el tiempo con esa que parece que no la van a convocar nunca? ¿Y por qué ahora de pronto parece que todo el mundo va a hacer lo mismo que tú?
Tu vista se va a fijar en cosas que antes pasaban desapercibidas, véase ese «todo el mundo» que va a querer presentarse a las oposiciones. O esas otras que convocan en otros lugares y parece mirarte con mejores ojos que aquella por la que realmente quieras luchar.
¿Tienes claro tu objetivo? En ese caso, olvídate del resto. El camino puede hacerse muy cuesta arriba si desde primera hora no dejas de compararte con otros y, encima, te desanimas con esas otras convocatorias. Siempre puedes presentarte a ellas si ves que te llaman más que la actual por la que luchas. Pero siempre puede surgir otra que te tiente más. Céntrate, en cualquier caso.
La venganza de los Sith
Y justo cuando tienes la guardia más baja, cuando ya te has hecho a la idea que en un futuro lejano convocarán, te has resignado a ello y te lo tomas con más filosofía porque total, para qué, van y las anuncian a bombo y platillo. Publican la convocatoria en los boletines oficiales y desatan el caos de opositores histéricos que ven aproximarse las fechas (incluso aunque todavía no hayan dicho nada de ellas).
El Lado Oscuro de la Fuerza es así de poderoso y puede desequilibrarte por completo. Mejor no ceder a las emociones negativas, para ello destaquemos lo positivo: ¡por fin puedes planificar con algo más de miras, con una fecha en el calendario, aunque sea provisional! Siempre podrás tener una meta en el horizonte hacia la que dirigirte, no es tan descorazonador como no saber nada. Además, ayuda más a motivarte a la larga que ir estudiando mucho sin saber cuándo podrás dar lo mejor de ti.
Una nueva esperanza
Venga, va, que esto hay que sacarlo. Has presentado tu instancia, te has inscrito en la presente convocatoria, tienes todo el temario por delante (o parte de él, si estás yendo a alguna academia) y tienes más o menos clara, aunque sea por rumores, las posibles fechas de examen. Eso te da una esperanza increíble porque lo ves como algo tangible por primera vez, como algo real, y vas a luchar con todas tus ganas. Claro que sí.
Ahora es el momento de aprovechar y sacar todas tu motivación para estudiar con más fuerza que nunca. Deja que te inunde ese positivismo de «puedo y lo conseguiré» y lucha con todas tus ganas.
Por cierto, y sin que sirva de spam, este es el momento en que rescataría otras entradas de esta serie de La mentalidad del opositor para echarle un ojo y encontrar algún truco más para sacarle partido al tiempo y no perder las fuerzas.
El Imperio contraataca
El Lado Oscuro de la Fuerza, ese que tirará de ti para hacerte perder las ganas y la motivación, existe. Está ahí y es muy real. Se apropiará de tus emociones cuando más débil te encuentre, cuando tengas un mal día, cundas menos o hagas un simulacro que te salga peor que los anteriores, por ejemplo.
Y no pasa nada por ello. Días malos habrá y son parte del proceso. ¿Qué crecimiento personal y estudiantil puede existir sin estos días más negativos, sin lo malo? Gracias a ellos es cuando vemos, poco a poco, más avances. Es una cara de la moneda que no se puede obviar y cuanto más te juegues en el futuro examen más te van a golpear.
Metas muy claras, trabajo constante y descansos. Son casi lo más importante para conseguirlo, especialmente esos pequeños momentos para ti y para los tuyos, de disfrute y desconexión. Gracias a ellos recargarás las pilas. Así que estas Navidades, por favor, no te encierres para siempre y sal de vez en cuando. Tu mente lo agradecerá, será más fuerte ante las tentaciones del Lado Oscuro.
El retorno del Jedi
Después de este proceso, de toda la preparación, de lo malo y lo bueno, llegará el día definitivo: el del examen. Pase lo que pase, seguro que habrás ido con tu mejor preparación (las circunstancias son muy importantes y te pueden marcar más de lo que piensas, no te tortures por ello).
El Jedi que hay en ti resurgirá tras todo este proceso. Serás más fuerte mentalmente, porque este proceso te habrá hecho crecer de una forma u otra. Y si por algún casual te tocara preparar oposiciones de nuevo ya sabes cómo funciona esto. Podrás luchar mejor contra ese Lado Oscuro de la Fuerza porque ya sabrás cómo afrontarlo.
Pase lo que pase el día del examen y posteriores, recuerda: eres algo más que una puntuación obtenida en un momento puntual y en comparación por otros. No te rindas ni desistas si te ha ido mal y celébralo igualmente, que tu esfuerzo te ha costado.
Rogue One
No, no he metido la saga nueva en este listado, he preferido limitarme a estas seis películas. Pero a la vez recomiendo ver sí o sí Rogue One. Si sois fans de Leia (Carrie Fisher) os va a dejar llorando el final y os dará ganas, sí o sí, de ver todas las pelis antiguas seguidas. Desde aquí va un último homenaje a mi querida Princesa Leia.