«Cuando el libro que buscabas escribir ya ha sido escrito.»
4 de agosto de 2021
A veces lo único que se puede escribir en un día es eso. Esa línea. Condensa demasiado.
Llevar años con una idea de un libro en la cabeza tiene su punto positivo y su punto negativo. El positivo, por supuesto, es que conforme vas creciendo y madurando el libro lo hace contigo. Avanza a tu paso, va contigo, va haciéndose a tus circunstancias y se va regando de tus anécdotas. El negativo es que puede aparecer de pronto una lectura en tu horizonte que pienses que va a servir de inspiración y tal y como acabas te das cuenta que es exactamente el libro que querías haber escrito.
Y ahora qué. Ahora qué se hace.
Me ha costado años salir del bucle de las preguntas y de las vueltas. Darme cuenta que el libro que durante tantos años he querido y deseado escribir, ese libro cargado de tantas cosas mías y de tanta historia, existía, me dolió. Obvio sabía que lo que escribiese no iba a ser exactamente igual, pero sabía que el núcleo de lo que iba a escribir se le parecía demasiado. Que muchas cosas iban a cambiar, por supuesto, pero esa semejanza me mataba.
He dejado dormir un proyecto tan mío, tan especial para mí, con tantos años en mi mente, por eso. Lo he dejado reposar, sin pensar en él, centrándome en otras cosas. Y sí, he escrito, he escrito mucho, pero no ha servido para olvidarlo por completo.
Más bien al contrario. Estos años de reposo, ese daño por existir el libro que hubiese querido escribir, ha servido para poner distancia. Observar desde fuera, darme cuenta de que si quería sacar adelante la idea debía cambiar el enfoque. Escribir una capa tras otra, pero desde otra perspectiva y añadiendo más cosas. Más historia propia. Más lecturas, que han servido de bibliografía.
Fue un punto de inflexión duro, pero gracias a ese momento tengo el libro que tengo entre manos. Ya no es el mismo, no se le parece. Es otra cosa, evolucionada. Gracias a esa lectura sé ahora, con perspectiva, que no hubiese podido encaminar tan bien mis pasos en la escritura. Quizás tendría un borrador más terminado y sin demasiada chicha, como me ha pasado en intentos anteriores de escritura. Pero, por suerte, esta vez no es así.
Soy feliz tras las correcciones, me gusta lo que leo. Que los dioses de la literatura me manden un soplo de suerte por aquí, ahora toca que se mueva.
PD: Feliz día de la enfermería, queridas mías. Esta enfermera de aquí es muy muy feliz porque por fin tiene destino en la OPE. El primero que puse en mi lista de posibles. Sigo flotando en una nube.
enhorabuena por ese destino.
felicidades por el día de las enfermeras.
gracias por esta entrada, porque me recuerda los proyectos añosos que van evolucionando y que me habría gustado sacar antes a la luz… pero bueno, tal vez sea mejor que salga cuando pueda salir y no antes. Un fuerte abrazo!!