Una lectura lleva a otra. Unas líneas, un nombre, algo que transporta al siguiente libro. La lista se extiende.
Es la primera vez que me enfrento a una bibliografía para documentar algo que no sea un trabajo relacionado con la enfermería. Lo que he escrito hasta la fecha ha nacido más de la experiencia cercana y, como mucho, alguna lectura que ha aparecido en mi vida en ese momento me ha inspirado. Esta vez sé que tengo que leer algunas cosas antes de enfrentarme a la escritura en sí de Proyecto CV.
Punto de partida con la bibliografía: los artículos
De la idea inicial que tuve hace ya unos quince años hasta hoy han pasado muchísimas cosas. Ni soy la misma, obviamente, ni la idea es la misma tampoco. Es por eso que sí, que hay cosas que sí que me han servido como punto de partida, pero a partir de ahí ha tocado ir expandiendo a bibliografía conforme el punto de mira se iba abriendo y el paisaje enfocado era cada vez mayor.
La lista se ha ido confeccionando a lo largo de lecturas y lecturas de artículos. En parte ese trabajo de recopilación de artículos y su posterior lectura y resumen es lo que he ido haciendo a lo largo del NaNoWriMo en noviembre, entre otras cosas. Tenía que empezar por algún lado y dado que no tenía nada mejor que hacer en las horas muertas del embarazo en que me dolía demasiado la espalda o estaba demasiado cansada pues me ponía con el portátil y leía. Leía y leía sin parar, tomando buena nota de todo lo que me iba llamando la atención e interesando, así como las ideas que se iban ramificando a partir de ahí.
Porque una cosa lleva a otra. Y tanto tiempo con una misma idea en la cabeza da para perderse pensando en todas las versiones que he intentado plasmar, en todos los intentos de aproximarme al texto para luego nunca poder llegar a buen fin.
Siguiente paso: los libros
Una vez leído todo lo relacionado con los temas que se mezclan entre sí en mi cabeza, tocaba ya sentarse a elaborar la lista de libros. Muchos de esos títulos han ido surgiendo de forma orgánica, como sugerencias entre artículos. Otros de ellos han aparecido de casualidad, leyendo otras cosas, y se nombraban como lecturas imprescindibles.
Ante mí se abre la siguiente fase, una que preveo que será larga. No ya solo porque no tengo tanto tiempo y leo a trompicones, conforme se puede y las obligaciones maternales me dejan. También pasa que quiero ir alternando con otras lecturas que me interesan y llaman, no quiero saturarme con lo mismo.
Ya he ido empezando. No sé cuánto tiempo me pasaré leyendo todavía, pero por lo menos puedo decir que voy tomando notas y que mi mente, aunque no puede extraer citas de todos ellos, sí que extrae inspiración por doquier. Y eso es algo que agradezco.
Incluso si al final no consigo que el libro que quiero escribir salga como quiero, al menos me apetece llevarme la experiencia de todas estas lecturas, su aprendizaje (que está siendo muy intenso) y toda esa inspiración accesoria que supone entenderme y procesarme como escritora. Casi nada.
Recopilación de la bibliografía: cuaderno y Scrivener
Como buena amante del papel y las plumas, es lo que tengo más a mano cuando leo. Es ahí donde, antes o después de la sesión de lectura (eso depende, sobre todo, si leo con una niña en brazos o no) voy apuntando impresiones y reflexiones. A veces subrayo algunas cosas porque sé que me servirán como hilo conductor de pensamientos en un futuro.
Pero no se queda luego todo eso en el cuaderno. Parte del trabajo de escribir estas semanas está siendo pasar luego al documento de Scrivener todo eso. En el apartado de documentación tengo varias carpetas donde ordeno todas esas notas y subrayados para tenerlos a mano cuando vaya a sentarme a escribir en sí. También aprovecho la magnífica herramienta que es el lector de Kindle en el PC para poder exportar desde ahí directamente los subrayados y notas que hago leyendo en el libro electrónico.
Durante el NaNoWriMo todo fue más caótico, más sobre la marcha: leer, apuntar cualquier cosa, copiar y pegar párrafos… Todavía tengo ahí trabajo pendiente de ordenar. Pero eso va a ser mi objetivo de esta semana, poner orden e integrarlo con lo que ya tengo esquematizado. Solo así, con todo ya en su sitio, puedo seguir con la tranquilidad y confianza de saber que puedo invertir mis energías en las siguientes lecturas de la bibliografía y avanzar así con la documentación.