Con todos los cambios de las últimas dos semanas me ha tocado rehacer mi planning mensual. Entre turnos y estudio toca tenerlo todo muy claro. En la entrada de hoy vengo a hablar de eso, de organización y planificación.
Experimentos previos
Tras haber probado el famosísimo bullet journal del que todo el mundo habla y que tan de moda se puso puedo decir que ese método de organización no es para mí.
Tiene cosas buenas y el libro de Rydell Carroll explicando el método me pareció interesante en algunos aspectos, pero a mí no me sirve. Necesito tener organizada de antemano las cosas, necesito exprimir los minutos al máximo y me quitaba tiempo de otras cosas para crear la estructura que me hacía falta.
Lo bueno que he sacado es que el tiempo que he estado probando he experimentado, he aprendido más de mí misma y sé ahora exactamente lo que necesito para organizarme más y mejor. Y eso incluye…
El calendario de sobremesa
Mi primer paso en la planificación mensual es el calendario de sobremesa. El que utilizo, en concreto, es este de Charuca.
A finales de mes es cuando lo actualizo. Comienzo apuntándome los turnos que voy a tener, las clases de la academia y los simulacros, así como otras posibles citas y cosas importantes. Utilizo, además, un código de colores para marcar esas anotaciones (azul para los turnos, verde para las clases, naranja para los simulacros, morado para el resto de citas) y así saber, de un vistazo, cómo se me plantea la semana en cuestión que consulte.
A partir de este paso es cuando puedo plantearme cómo estudiar los diversos temas. No voy a ponerme la misma carga de trabajo los días que haga turnos de doce horas que los días que descanso, por ejemplo.
Por supuesto, siempre me dejo un día a la semana libre de estudio para que el cerebro pueda descansar también.
Hecho esto es cuando ya paso al día a día.
La agenda en sí
Una vez que ya he repartido la carga de estudio en el calendario, en función de los días de trabajo y descanso, es cuando paso a la agenda en sí. Por las mañanas, mientras desayuno, o de camino al trabajo es cuando me dedico a planificar el día.
Me guío por el calendario, por supuesto, pero también por cómo esté. Por ejemplo, si hoy me toca «leer Comunitaria» pero tengo pendiente terminar el esquema de Geriatría, le daré prioridad a terminar lo que tengo pendiente antes de empezar otra cosa. Es, por tanto, un proceso más dinámico.
Esto también hace que cada dos semanas, más o menos, revise si lo que me puse en el calendario se corresponde con el ritmo que llevo para poder ajustarlo a la realidad.
Por cierto, la agenda que utilizo ahora es esta de Charuca (que pillamos en rebajas dos compañeras y yo) con recambios de la propia Charuca, recambios de Carpe Diem (que compré hace tiempo en Kimidori) para notas y hojas sueltas que taladré en su momento.
Esto es lo más básico, pero hay más.
Traveler’s notebook para lo literario
Hasta ahora solo he hablado de organización y planificación de mi lado enfermero, esencialmente: el estudio del EIR o de la OPE y los turnos, junto con otras cosas personales. Pero no he contado la parte que se refiere a lo literario.
Mi lado más creativo prefiero llevarla aparte. He rescatado hace poco mi Traveler’s notebook (el que uso es de Webster’s Pages, lo compré en Kimidori hace años) porque lo echaba mucho de menos. Ahí dentro tengo un par de cuadernos, uno para el conteo de palabras (y la futura planificación del NaNo, a la que todavía tengo que dedicarle un poco de tiempo) y otro donde llevo más información apuntada: proyectos, si he presentado algo a editoriales, los rechazos, etc. Las futuras ideas también están aquí, en este traveler’s notebook, desarrollándose.
Como algo aparte funciona el cuaderno literario, el que llevo siempre encima, que ese lo utilizo para pensar en papel allá donde esté. No tiene nada que ver con nada de organizarme, cumple otra función muy diferente.
Y estas tres cosas, calendario, agenda y traveler’s notebook, son mis básicos para organizarme. ¿Cuáles son los vuestros?
Qué interesante! Gracias por compartirlo ☺️ yo, igual que tú, me ayudo de soportes no tecnológicos para organizarme. Las app en el teléfono me gustan pq no abultan y siempre las llevas encima, pero me distraen demasiado!
Por cierto, acabo de descubrir tu página y me encanta, tanto el diseño minimalista como el contenido.
Un saludo compañera
Las apps no las nombro porque la función que cumplen, en mi caso, es tener el calendario de turnos. Ya está. Compartimos mi marido y yo por Calendar una agenda donde ponemos ese tipo de cosas para aclararnos los dos, pero realmente no lo uso para más. No me termina de gustar y disfruto demasiado con el papel y la tinta, qué se le va a hacer.
Gracias, me alegro de que te guste la web.
Un saludo, nos leemos.