Bienvenidos, un año nuevo más, a Plan de cuidados literario. Con el año recién estrenado y los regalos de Reyes recién abiertos seguro que hay algo que nos motive especialmente a escribir: un nuevo útil de escritura, algún cuaderno nuevo, libros sin leer esperando su momento… Qué mejor momento que ahora para plantearse esto de los propósitos literarios, aunque sea ya 7 de enero. O precisamente por eso.
Preguntas de escritores: propósitos literarios de año nuevo
Preguntas de escritores es una sección que lleva ya tiempo en esta web. Es una forma de acercaros algunas de esas dudas que nos asaltan a los escritores durante el proceso creativo, además de servir de apoyo para los que estamos dándole a la tecla. Y en las fechas que estamos, entre esas cosas clásicas que nos trae el año nuevo, está siempre la lista de propósitos. Hoy voy a adaptarla un poco a los que escribimos.
Propósitos que sí incluir en la lista
En realidad podríamos incluir cualquiera que queramos, no soy nadie para decir que tal o cual propósito está mal y no deberíamos ni plantearlo. Así que podéis hacer caso omiso a todo lo que diga en esta entrada si no se adapta a vuestras circunstancias.
Pero supongamos que es la primera vez que te planteas hacer una lista de lo que quieres conseguir a lo largo del año y no sabes por dónde empezar. Os dejo algunas recomendaciones:
- Mejor calidad que cantidad. Pocos propósitos muy claritos mejor que una lista infinita redactada de modo vago. Así podrás ver mejor si estás llegando a lo que quieres, cuánto te falta o si has llegado de sobra.
- Una lista realista. De nada sirve que te propongas escribir tres novelas de noventa mil palabras si nunca has escrito una de cuarenta mil, tus horarios de trabajo son imposibles y/o tienes cargas del tipo que sean que sabes de antemano que te van a impedir cumplir esto. Te vas a frustrar por adelantado y, seguramente, ni siquiera vas a conseguir nada. Hazte preguntas sensatas primero: ¿De qué tiempo dispones? ¿Cuánto vas a dedicarle a la escritura más o menos? ¿Qué deseas escribir realmente? A partir de ahí y de las preguntas que vayan surgiendo a partir de esas haz la lista con cabeza.
- Aprovecha tus puntos fuertes y débiles. ¿Sólo eres capaz de escribir un día por semana? Proponte usarlo y no fallar ese día. ¿Eres capaz de concentrarte en cualquier sitio? Puedes ser más ambicioso con tu meta. ¿Vas a altibajos? Intenta aprovechar los días buenos para compensar los malos. La cuestión es conocerte y usarlo como punto de partida. Escribir a diario está muy bien, personalmente me parece lo más recomendable para establecer una rutina, pero no todo el mundo puede ni quiere hacerlo y tampoco se es menos escritor o es malo de por sí si no trabaja a diario mientras le cundan los ratos que se ponga.
- Utiliza los retos si crees que te van a motivar. Si no van a suponer una fuente de frustración tener un reto en el horizonte, ponte alguno: participar en X concursos a lo largo del año, escribir X relatos/poemas/páginas/palabras en estos meses. Cualquiera que sepas que te presione a mejorar sin que por ello te agobies tanto por el camino que abandones a los pocos días. Es una buena forma de tener una «meta» de escritura a la que dirigirte cuando te sientes a escribir.
- Incluir un propósito de lectura. Leyendo mejoramos vocabulario, aprendemos, nos inspiramos y es un aliento muy bueno para nuestra actividad creativa. Por mínimo que sea, deberíamos incluir en la lista un propósito de lectura. A nuestro ritmo, a nuestros gustos, pero no dejar de leer. Y si ya de paso aprovechamos para incluir en las lecturas a más mujeres, literatura de países o continentes menos conocidos y géneros diversos mejor, más panorama ante nuestros ojos.
Medir los propósitos
Como veis, hasta ahora tampoco he dicho nada demasiado descabellado. Cosas que si se tienen en cuenta pueden hacer de la lista algo asequible, que es de lo que se trata, de que sea algo que se pueda alcanzar a lo largo de un año, no imposibles.
Y dentro de que las propuestas sean asequibles y posibles de cumplir está el hecho de medirlas para tener constancia de cómo estamos avanzando o no. De ahí la importancia de hacer la lista con puntos bien definidos, con cantidades, para que luego con hacer una lista de dichos puntos e ir tachando los conseguidos se pueda ver bien el progreso. O se pueden utilizar aplicaciones, como Writeometer (para contar palabras, mi favorita, llevo usándola años), o páginas con su correspondiente aplicación como Goodreads (para los libros leídos, con posibilidad de reseñarlos y clasificarlos, también tengo perfil allí). Y si no el clásico gráfico que se puede hacer a mano o en el ordenador (Excel o programas similares).
Cualquier forma de medir el progreso que sea sencilla puede utilizarse sin ningún problema, lo que mejor se adapte a las circunstancias de cada uno. Lo importante de todo esto es poder medir el progreso en sí. Por supuesto, si todo esto de medir, apuntar y demás os agobia demasiado lo mismo el tema de hacer propósitos tan concretos que impliquen contabilizarlos no sea para vosotros, así que tenedlo en cuenta.
Mi lista, como ya sabéis, la dejé en la entrada de la semana pasada. ¿Os habéis hecho lista de propósitos este año? ¿Cuáles han sido? Estoy deseando leer los vuestros.