Quizás no haya hecho retos de escritura. Quizás no haya conseguido que me cundiese el otoño como otros años. Lo que sé es que el resultado de mi trabajo de los últimos meses se manifiesta en forma de borrador en un documento de Scrivener.
Mis únicos deberes para entonces, a falta de reto de escritura y tras haberme planificado así el año, eran todos relacionados con Proyecto CV. Quería avanzar, poner orden, rescatar de todas partes notas y notas. Catorce años, veintiocho cuadernos en los que mirar y de los que extraer material. De todos ha salido algo, de todos he podido ir tirando del hilo que, poquito a poquito, me ha ido trayecto hasta el punto presente en el que me encuentro.
Tengo un borrador entre manos. Me siento orgullosa de poder ponerlo en palabras, por escrito, de poder compartirlo. Es un borrador a medias, inacabado. Sus raíces parecían inabarcables, bebe de mil fuentes, de vivencias dispares, pero si bien he podido encontrar ese hilo a través de tantos años y cuadernos y tirar de él bien puedo seguir tirando para sacar adelante este borrador. Esas raíces, que se hunden bien hondo en mi interior, se manifiesta en un texto que está todavía en pañales pero sigue creciendo. Todavía lo sigue haciendo.
Tengo un borrador que todavía no sé hasta dónde me llevará. Es la mejor de las sensaciones, saber que el proceso no está agotado y que aún me quedan muchas cosas que decir. Que todo lo que he escrito hasta ahora, todo lo que he ido leyendo y reflexionando me ha ido trayendo hasta este punto y a partir de ahí es cuestión de seguir trabajando. De seguir escribiendo.
Queda todavía bibliografía por leer. Sé que todavía me quedan en el tintero palabras que aún no han sido escritas e ideas que todavía esperan ver su recorrido, a ver hacia dónde me llevan. Sé que de todo lo que he expresado puede que no haya sido suficiente, o que me quede la mitad, o que se modifique una buena parte. El proceso es largo y pienso tomármelo con calma. Ni tengo prisa ni quiero acelerar para acabar con un churro del que no esté orgullosa.
En este borrador, primer borrador de Proyecto CV, me reconozco más que en ninguno de los intentos de escritura anteriores. Y ya solo por eso está mereciendo la pena el trayecto, con sus subidas y bajadas.