Lo que me gusta a mí un Excel, señores. Disfruto creando mis hojas de cálculo para llevar control de ciertas cosas y una de ellas es la tinta que uso a lo largo del año. Con los datos que tengo después de anotar en un registro todo 2024 puedo traer la entrada de hoy.
Mi inspiración para crear esta entrada viene de la que hice en su día cuando terminé el cuaderno de 100 días de escritura de Gabriella Literaria. Esa entrada, tan centrada en el análisis, me gustó mucho escribirla y me apetecía hacer algo semejante analizando mi escritura de este año pasado.
Análisis rápido de la escritura en 2024
No sé cuántas palabras he escrito. No las he contado en ningún momento ni me interesaba hacerlo. Lo que más me interesaba era escribir a diario, engancharme a una rutina y no soltarla. Y eso hice.
De todo el año solo me he dejado en blanco 10 días. De esos 10, 9 pertenecen a mis primeras dos semanas posparto y el otro día en blanco fue el 1 de diciembre. Hasta a mí me sorprendió dejarme ese día ahí sin escribir, con la racha que llevaba encadenando desde enero, pero a veces las circunstancias atropellan. Lo importante es volver a empezar y no usarlo como excusa para irlo dejando hasta abandonarlo.
Ha sido también un año de mucha escritura digital en exclusiva. Si bien han habido días «híbridos», en los que he escrito tanto en el PC o en el móvil como a mano, han habido unos cuantos de escribir solo en digital. En concreto, el 22’68% de los días he escrito solo con el PC (48 días) o solo con el móvil (35 días), sumando un total de 83 días este año. ¿Y qué he escrito esos días? Pues o me dedicaba a las entradas de este blog y/o la newsletter, o avanzaba con Proyecto CV en Scrivener, o me dedicaba a improvisar en las notas del móvil. Esto último me ha salvado más de un día de siestas con la bebé en brazos.
El resto de los 273 días del año puede que haya escrito también en digital, pero lo que más me ha importado ha sido registrar la escritura a mano. Porque he escrito mucho, son ya unos cuantos cuadernos los que he tenido este año (5) y el último que empecé en diciembre lo continúo todavía. Con lo importante que es para mí pensar en papel me alegro mucho de no haber dejado de hacerlo este año.
Plumas utilizadas en 2024
Mi colección de plumas es la que es y hacer que todas tengan su protagonismo es complicado. A veces apetece más cierta tinta o cierta experiencia de escritura. Otras veces es la que tienes más a mano por el motivo que sea. O, como me pasó a principios de año, me encontré en pleno posparto con solo dos plumas con tinta y decidida a gastar ambas antes de volver a entintar ninguna.
Teniendo todo eso en cuenta se explican cosas como que la Kaweco Perkeo sea la pluma que más haya utilizado en todo el año (52 usos, un 14,21%). Le sigue la Twsbi Eco, con 38 usos (9,02%), Kaweco Sport e Inoxcrom Vintage (ambas con 31 usos, un 8,47% cada una), Sheaffer VFM (28 usos, 7,65%), Kaweco Student (25 usos, 6,83%), Lamy Safari (19 usos, 5,19%), Lamy AlStar (16 usos, 4,37%), Parker 51 (13 usos, 3,55%) y, por último, la recién llegada Platinum Preppy, con 9 usos (2,46%). Por completar todo esto, no puedo dejar de mencionar que hubo 16 días que lo que tuve más a mano para escribir fue un bolígrafo y con eso me apañé.
Se ha quedado un gráfico interesante con los usos:
La Lamy Safari, además, la he usado mucho para estudiar también. Es mi pluma predilecta para tomar apuntes, así que aunque la haya gastado poco para lo creativo sigue siendo mi pluma de cabecera como siempre.
Uso de tintas en 2024
Si tengo que hablar de un color que ha sido el que más ha predominado en mis cuadernos ha sido el negro. No sé qué tiene, pero el cuerpo me pedía negro y más negro para escribir. No quiere decir que no haya usado otros colores, al contrario, pero al final, entre bolígrafo y tinta de estilográfica, es el color que más se repite.
Y la tinta que más he usado, con diferencia, ha sido Waterman Noir (62 usos, 16,94%), mi negro de cabecera hasta la fecha. Tanto es así que solo me queda por gastar 3 cartuchos largos (la caja trae 8) y no me queda nada del tintero. Este año tengo otra tinta negra que me llama mucho, veremos a ver si me gusta tanto como esta. Ha sido mi segundo tintero terminado de esta marca.
Sí, los tinteros se terminan. Aunque parezcan infinitos se acaban. Palabrita.
Otras tintas que he usado este año:
- J. Herbin Vert Pré (28 usos, 7,65%): un verde brillante precioso que me pedía el cuerpo entintar y probar. Fue la primera tinta «nueva» que puse este año una vez gasté las dos plumas que tenía entintadas. No es la más cómoda para leer, pero es tan bonita que se lo perdono.
- Kaweco Royal Blue (28 usos, 7,65%): el clásico azul, un tono lo suficientemente oscuro como para que no se vaya perdiendo con los años (cosa que sí me pasó con el Royal Blue de Pelikan, está como deslavado en cuadernos antiguos). Me gusta demasiado la combinación de este color en la pluma en la que lo tengo entintado (Inoxcrom Vintage).
- J. Herbin Larmes de cassis (25 usos, 6,83%): desde que lo descubrí hace años es uno de esos colores que no me pueden faltar. Un tono de púrpura que queda de lo más vistoso en papel sin ser cansado para la vista. Una gozada de color.
- J. Herbin Rouge Grénat (24 usos, 6,56%): el gran bluf del año. Los cartuchos me debieron salir defectuosos porque me atascaron la pluma varias veces hasta que ya me harté de darle oportunidades. No he vuelto a usarlo. Una pena, porque el tono era un rojo intenso más que precioso, un tono del que no me cansaría, pero no me compensa estar lavando la pluma cada vez que quiera usarla. No es práctico.
- J. Herbin Orange Indien (21 usos, 5,74%): otra tinta que he estrenado este año. Un naranja brillante y llamativo, pero bastante cómodo para leer al ser muy saturado. De esos colores raros que no sabes bien cómo van a funcionar pero que te sorprenden para bien cuando lo usas. Preveo que el tintero de 10ml va a caer entero sin problemas.
- J. Herbin Gris Nuage (19 usos, 5,19%): cuando me harté de que la pluma se atascara con el rojo, la lavé bien y le puse este gris. ¿El típico tono de gris como si se escribiese a lápiz? Es justo ese. Me gusta demasiado, creo que voy ya por el tercer bote de cartuchos.
- Diamine Bliss (13 usos, 3,55%): del calendario de adviento de hace dos años. De momento está siendo el turquesa perfecto, saturado y cómodo de leer y que no se me desvanece de las páginas. Ha desbancado por completo al turquesa de Kaweco (especialmente desde que vi que en cuadernos antiguos se ha quedado casi transparente en algunas partes).
- J. Herbin Rouille d’ancre (12 usos, 3,28%): un color extraño de definir, en absoluto para todos los gustos, pero que a mí me tenía atrapadísima. Un tono óxido, rojizo anaranjado, que he usado tanto y me ha gustado tanto que cuando se me acabó el mini tintero de 10ml me faltaba algo. Ya volveré a esta tinta, he acabado por comprarme el tintero de 30ml.
- Diamine Spruce (10 usos, 2,73%): otra del calendario de adviento de hace dos años. Un verde abeto oscuro cuya particularidad es que es una tinta olorosa. Apenas le noto el olor, no sé ya si es por costumbre o qué. Una tinta agradecida para escribir y que me apetecía gastar, sin más.
- Sailor black (9 usos, 2,46%): entintada en la última pluma que entró en la colección. Un negro brillante, no puedo quejarme. Me gusta de momento.
Podría nombrar también un par de tintas más: Taccia Ao, una muestra que me mandaron desde InkTraveler, o Diamine Yule Log, un resto de una tinta del calendario de adviento que limpié rápido porque me atascó de purpurina todo después de un tiempo sin usarla. Los usos de ambas han sido casi anecdóticos, así que tampoco puedo añadir mucho más de ellas.
Se queda un gráfico de usos así:
La verdad es que tengo ganas de ver las tintas que voy probando este año, las que vaya gastando y las combinaciones que vayan surgiendo por el camino.
Espero que la entrada, a pesar de ser larga, os haya resultado interesante. Si tenéis alguna sugerencia de tintas estaré encantada de tomar nota para probar cosas nuevas.