Diciembre es un mes de transición en la escritura. Tras la locura de noviembre toca echar el freno (el cuerpo lo pide) y las fiestas también están ahí, así que la excusa para ir más despacio y tomármelo con calma está encima de la mesa.
Este año, además, estoy aprovechando para preparar algunas cosas de cara al año que viene. Y una de esas cosas que quiero hacer es monitorizar mi escritura. Así es como voy a hacerlo el próximo 2026:
