Este año, como el año pasado, vuelvo a hacer parón estival. Volveré en septiembre con las pilas cargadas, varias sesiones de escritura nocturna, muchos turnos dobles a la espalda, un poco de tregua en forma de vacaciones y más lecturas. Pero no podía irme sin reseñar todo lo que he leído desde la última entrada de reseñas que traje por aquí.
Deudas contraídas, de Ana Rossetti
Esto fue una relectura que me apetecía hacer después de que Ana firmase mi ejemplar. La reseña ya la subí por aquí, así que podéis ir directamente a la entrada a leerla. Sigue siendo una maravilla de poemario que me encanta, hay cosas que no cambian.
Binti: Hogar, de Nnedi Okorafor
Si no habéis leído a Nnedi Okorafor estáis tardando. Ya os reseñé por aquí la primera parte de Binti y por supuestísimo que tenía que irme de cabeza a la segunda parte.
Una locura, señores. Una locura de libro. Si el primero va a degüello, no paran de ocurrir cosas, en este libro Nnedi se supera. No puedes soltarlo en ningún momento y el final es la definición gráfica de un cliffhanging. Tengo que recomendarlo una y mil veces y que no os quepa ninguna duda que cuando salga el último libro me tiraré de cabeza a por él porque necesito saber cómo acaba la historia de Binti.
Os lo garantizo: estáis tardando en descubrir Binti si no lo habéis hecho ya.
Never a mistress, no longer a maid, de Maureen Driscoll
Este libro llevaba perdido en las profundidades de mi Kindle una eternidad y media. Hacía eones que no me ponía a leer una novela romántica en inglés y me tiré de cabeza a por ella porque me apetecía también algo ligerito.
La verdad es que no me ha gustado mucho, aunque tampoco ha sido muy mala del todo. Lo único bueno que hay que reconocerle es que a los tropos más comunes de este tipo de novelas suelen tener les da una vuelta de tuerca que agradecí bastante porque al menos hizo que no fuese totalmente predecible. Así que bueno, una novela para pasar el rato, ninguna maravilla.
Suero de una noche de verano, de Enfermera Saturada
Aprovechando una promoción de Kindle me lo pillé gratuito y así probé por primera ver a leer uno de los libros de una de las enfermeras más conocidas de España.
Sinceramente, cuánto me alegro de pillarlo gratuito. Esperaba más contenido, aunque fuesen más anécdotas o alguna historia más larga. Me pareció excesivamente corto y con una fuente tan grande que cualquiera que haya hecho un trabajo como estudiante donde tenía que llegar a cierta cantidad de páginas sí o sí se habrá dado cuenta que había que rellenar. Me ha decepcionado, la verdad, y eso que alguna anécdota me ha hecho gracia. Pero claro, no voy a pagar los doce euros que cuesta la versión en papel por cuatro anécdotas con letra grande, me parece excesivo.
Eva en los mundos. Escritoras y cronistas, de Ricardo Martínez Llorca
El título, la portada y el hecho de que hablara de varias autoras me llamó muchísimo la atención y se tuvo que venir conmigo. Condensa en sus páginas, como dice su contraportada, los perfiles de trece escritoras y cronistas: Svetlana Aleksiévich, Sofía Casanova, Carmen de Burgos, Joan Didion, Hayashi Fumiko, Helen Garner, Martha Gellhorn, Leila Guerriero, Janet Malcolm, Edna O’Brien, Annemarie Schwarzenbach, Marina Tsvetaieva y Rebeca West.
Gracias a este libro he descubierto a autoras que no conocía, me he apuntado unos cuantos títulos más para la inmensa lista de pendientes que tengo y me han dado ganas de expandir horizontes y leer mucho, muchísimo. El problema que le encuentro a este libro es que está escrito de un modo muy caótico, no presenta los hechos que llevaron a cada autora a escribir lo que escribieron de forma ordenada. Así que ha sido una lectura agridulce, buena por los descubrimientos pero regular por lo desordenado del texto.
Poesía (selección), de Miguel Hernández
De Miguel Hernández había leído algún poema suelto, pero tenía ganas de leer más de él. Si bien sus primeros poemas me gustaron conforme se fue volviendo el Miguel Hernández poeta político que todos conocemos me encantó más y más leerle.
Hacía tiempo que no le daba a un clásico e iba tocando. Leed a Miguel Hernández, no dejéis de hacerlo.
Las normas del avión de papel, de Altea Morgan
Estuve hace un mes y algo en el Café Literario, una reunión que organizan en Valencia periódicamente. Ahí conocí, entre otras, a Altea Morgan (que es majísima, dicho sea de paso) y encima tuve la suerte de llevarme su último libro, Las normas del avión de papel.
Novela romántica ligera pero que engancha cosa mala. No podía soltarla y me dejaba con ganas de saber más y más. En parte creo que también fue porque el personaje de Nico me cautivó, con sus momentos buenos y malos, me pareció bastante real y me recordó mucho a un par de amigos músicos. Una lectura genial para el verano si os gusta la romántica ambientada en la actualidad.
Nacer mujer en China, de Xinran Xue
Otra relectura más, aunque este lo leía hace muchísimo tiempo y no lo había reseñado por aquí.
Xinran es una periodista china que durante años tuvo un programa de radio con el que pudo recopilar montones de historias de mujeres chinas: sus condiciones precarias, cómo la revolución cultural les afectó en la vida, sus preocupaciones y el momento social en el que vivían. Duro y crudo, sin duda.
Un libro demasiado imprescindible que está descatalogadísimo y no me explico por qué. Os recomiendo su lectura sí o sí, si lo veis por alguna biblioteca o tienda de segunda mano no dudéis ni medio segundo. Y si por casualidad alguna editorial lee esto, por favor, reeditad a Xinran.
Y esto ha sido todo. De marzo hasta ahora no ha estado mal la lista de lecturas pendientes cómo ha bajado. Espero traeros una entrada más larga todavía a la vuelta de las vacaciones, que mi propósito es bajar a la mitad la pila de pendientes que reposa en el lateral de mi escritorio.
Feliz verano a todos. No dejéis de descansar y desconectar todo lo que podáis para volver en septiembre con ganas. Nos leemos por las redes.