No está siendo este mi mejor año de lecturas.
De cifras y listados de lecturas
En realidad me dan igual las cifras al final del año: yo no leo por cumplir un cupo, leo por placer desde que aprendí. Mido lo que leo, sí, como mido otros muchos parámetros en mi día a día (por ejemplo, los cuadernos que escribo, el número de palabras…). Cuento los libros, sí, y lo hago por simple curiosidad estadística de saber qué libros me han ido tocando especialmente por fechas, por saber cuándo leí tal cosa, etc.
El listado lo llevo especialmente por esos momentos de mirar atrás y ver en qué año o mes leí lo que sea, especialmente si estoy documentando algo para escribir lo veo útil. O ver la influencia de dicho libro en mi escritura. Nada más me importa del listado de leídos en un año.
De propósitos de lecturas
Por más que me «proponga» leer X cantidad de libros en un año, esa meta no es real.
Esa cantidad que, supuestamente, me propongo leer cada año en realidad es una forma de tener presente la lista de lecturas. La cifra que suelo ponerme, esos veinte libros, es una media de lecturas anuales, así que es meramente orientativa. Digamos que pongo ese «mínimo» de reto anual como forma de saber si está siendo un año de muchos libros o pocos.
Pero, en el fondo, más que un reto es solo un conteo porque lo que me importa es la calidad. Y por eso siento que este año está siendo un año que noto bastante flojo.
De calidad antes que cantidad de lecturas
Si tuviese solo en cuenta el conteo de lecturas no voy mal. De ese «mínimo», de esa meta de veinte libros llevo ya quince leídos. Y teniendo en cuenta la OPE y lo que llevo estudiando desde septiembre del año pasado, que no he parado, es una buena cifra. Pero me da igual, siento que de todos esos libros apenas la mitad merecen de verdad la pena.
No sé si es el momento lector que vivo. Si es que estoy muy exigente con lo que leo (tengo poco tiempo, el poco que tengo espero y deseo al libro que empiezo que me dé algo especial, aunque sea distracción). O si es que no he tenido suerte eligiendo, pero desde luego que de momento está siendo, para mí, un año flojo como lectora.
Al menos espero que el resto de lecturas que me esperan en la lista de pendientes sean placenteras y me llenen, me gusten más, sean más especiales que algunas de las más recientes.